¿Dejar de soñar?

El Espanyol cayó este domingo en Mestalla ante el Valencia (2-1) y ya acumula cuatro partidos consecutivos sin conseguir la victoria. Las buenas sensaciones con las que el conjunto blanquiazul terminó 2016 se han desvanecido y el conjunto entrenado por Quique Sánchez Flores ha sumado uno de los últimos nueve puntos posibles en LaLiga Santander.

Era Valencia y era Mestalla un lugar propicio para retomar la senda de los triunfos. El conjunto local, en clara descomposición y con la moral por los suelos sólo había conseguido una victoria en su feudo en lo que va de campeonato, y el Espanyol era uno de los mejores equipos como visitante de LaLiga Santander. ¿Qué mejor momento para visitar el coliseo valencianista tras no conseguir vencer allí en sus diez últimos partidos como visitante en este estadio?
Los de Quique Sánchez Flores están desconocidos. No queda ni rastro de la solidez defensiva que propició el récord de imbatibilidad de Diego López, y tampoco se percibe eficacia en área contraria.
Cierto es, que las bajas en defensa han hecho que el equipo se resienta en esta línea, y que el club barcelonés no se ha quedado sin anotar  desde el partido que lo enfrentó al Atlético de Madrid a mediados de diciembre, pero estos tantos no han podido ser rentabilizados, siendo muy pobre su bagaje en cuanto a puntos se refiere en el último mes y teniendo muy presente la eliminación en Copa del Rey ante el Alcorcón. 
Así las cosas, las esperanzas europeas se difuminan, la irregularidad de los clubes que copan estas posiciones no provoca que los pericos dejen de soñar, pero por recuperar sus señas de identidad, pasan las opciones de éxito a finales de temporada de los hombres de Quique. Queda tiempo para mejorar y hay materia prima suficiente para volver a soñar en Europa.