El día que Borja Iglesias se olvidó del número de su dorsal
El fútbol regala momentos inolvidables y también anécdotas para el recuerdo. Una de esas la protagonizó el pasado fin de semana Borja Iglesias. El ariete fue el protagonista principal del triunfo ante el Huesca, y no sólo por sus goles...
El delantero firmó los dos goles de la victoria de su equipo. El primero, poco antes del descanso. Dídac se coló en el área aprovechando la salida del campo de Gallar y regaló a Borja Iglesias, que remató a placer, el primer tanto de la noche.
El segundo llegaría antes de los 15 minutos de segunda parte. Hernán Pérez tiró una contra y encontró al 'Panda'. Borja Iglesias se plantó en el área y definió ante Jovanovic con un suave toque de delantero centro, picando la pelota ante la salida del serbio.
Sin embargo fue protagonista mucho más allá de los goles. En el minuto 74 dejaría uno de los momentos de la noche. Por aquel entonces Rubi decidió dar entrada a Leo Baptistao, que sustituía al número '9' del Espanyol. Un cambio por el que Borja Iglesias reaccionó rápidamente, marchándose al banquillo creyendo que él era el sustituido. Así lo recogieron las cámaras del Día Después de Movistar.
Un momento que dejó sorprendido a todos los presentes, pues él era el número '7' y no el '9'. Ese pertenece a Sergio García. Borja Iglesias tuvo un desliz, creyendo que aún llevaba a sus espaldas el dorsal con el que tanto disfrutó en el Zaragoza. De hecho ese dígito aún pesa en su recuerdo, pues hasta en Twitter se cataloga como el '9'. Incluso llegó a despedirse del colegiado y aplaudir a sus aficionados camino de la banda...
Finalmente sus compañeros le avisaron y ya se dio cuenta que portaba el dorsal 7 y no el 9, perteneciente a Sergio García. De hecho el propio Borja Iglesias lo comentó después en redes sociales. El 'Panda' reveló con humor que su "número en Twitter" le "tiene confundido". Una anécdota que refrenda que la memoria a veces juega malas pasadas y que dejará para siempre el día que Borja Iglesias se olvidó hasta del dorsal que llevaba a sus espaldas.
