La fiesta continua del Espanyol
Barcelona, 7 nov (EFE).- El Espanyol vive un momento idílico desde que el entrenador Joan Francesc Ferrer 'Rubi' llegó al banquillo este verano, consolidado en la parte alta de la clasificación -ahora es segundo a tres puntos del líder- y con un juego ofensivo que enamora a LaLiga Santander.,Lo explicaba Darder antes de enfrentarse al Athletic, su última víctima esta temporada. "Nos hemos ganado el respeto", afirmaba el mallorquín. Y tiene razón. Nadie discute el trabajo y la calidad de los blanquiazules.
Barcelona, 7 nov .- El Espanyol vive un momento idílico desde que el entrenador Joan Francesc Ferrer 'Rubi' llegó al banquillo este verano, consolidado en la parte alta de la clasificación -ahora es segundo a tres puntos del líder- y con un juego ofensivo que enamora a LaLiga Santander.
Lo explicaba Darder antes de enfrentarse al Athletic, su última víctima esta temporada. "Nos hemos ganado el respeto", afirmaba el mallorquín. Y tiene razón. Nadie discute el trabajo y la calidad de los blanquiazules. Sus rivales son conscientes de que los catalanes pueden ganar a cualquiera y la relajación es inexistente.
También lo sabe Luis Enrique, el lunes presente en el palco del RCDE Stadium. El seleccionador pudo tomar buena nota del rendimiento de todas las líneas del cuadro de Rubi: la solidez de David López y Mario Hermoso, la visión de Darder, los seis goles de Borja Iglesias... Todos los jugadores del Espanyol están bajo los focos.
Las buenas noticias son continuas. En casa, los aficionados pericos se están acostumbrando a arrollar a todos. El cuadro catalán es el único que lo ha ganado todo en su estadio y únicamente ha encajado una diana. De hecho, el Espanyol es el segundo equipo que menos goles recibe de LaLiga Santander (8), sólo por detrás del Atlético (6).
Ser segundos es fruto del trabajo. Es la culminación de una apuesta futbolística clara: la del juego ofensivo de Rubi. Sobre todo, es el resultado de reanimar a un equipo que la temporada pasada vivió un curso gris y anodino. El técnico ha convencido a sus pupilos de lo buenos que son y se lo han creído a lo grande.
El vestuario lo tiene claro. Este Espanyol no tiene techo, va a por todas y sin complejos. Es segundo de la LaLiga Santander y, justo tras ganar al Athletic, ya pensaba en el siguiente compromiso en el Sánchez Pizjuán, contra el Sevilla, ahora tercero en la tabla. Los catalanes no quieren ser sólo una moda pasajera.