Las lágrimas de Leo Baptistao
Leo Baptistao, jugador del Espanyol, se convirtió este pasado viernes en uno de los nombres propios del encuentro entre los pericos y el Leganés. El delantero brasileño, que falló dos increíbles ocasiones, se marchó entre tímidos pitos y acabó sentado en el banquillo, derrumbado, entre lágrimas.
No fue su noche. Baptistao volvió a dejarse el alma: peleó, luchó, recuperó e incluso encaró portería. Pero el balón, a veces, no quiere entrar.
La tuvo en el primer tiempo con un cabezazo en el segundo palo: fuera. Tuvo una clara ocasión tras un increíble trabajo defensivo: portero y fuera. Y la última, la tuvo tras un excelente pase de Darder que, entre la defensa y el portero, volvieron a mandar fuera.
"No sabía que estaba llorando. Es un detalle más. Podemos hablar de muchas cosas, pero no dudamos del compromiso de nuestros jugadores", explicaba Rubi en sala de prensa tras el partido antes de mandar un mensaje de ánimo. "Me preocuparía si no tuviese ocasiones, pero Baptistao las tiene y estoy seguro que acabará marcando un gol pronto".
El optimismo se intenta pintar alrededor de su figura, sin embargo, las sensaciones no ayudan. Leo Baptistao parece estar 'peleado' con el gol y por mucho que lo intenta, no consigue anotar.
Su trabajo es incuestionable pero la afición se ha cansado de ocasiones fallidas y los tímidos pitos escuchados en Cornellá durante su cambio, acabaron por hacer explotar a un hombre que no tuvo demasiada suerte en sus últimas 'casas' y que busca en Cornellá, de una vez por todas, romper con las estadísticas.
La Copa del Rey, próximo compromiso del Espanyol, podría conceder una nueva oportunidad para Baptistao, un hombre que, entre lágrimas, mostró toda su frustración tras otro partido sin ver portería.