Diez años de la muerte de Jarque: tres historias que te llegan al corazón
Este 8 de agosto de 2019 se cumplen diez años del prematuro adiós de Dani Jarque, eterno capitán del Espanyol, que falleció de un ataque al corazón en la localidad italiana de Coverciano durante la concentración de pretemporada con su equipo.
La noticia dejó helada al mundo del fútbol. Jarque murió a los 26 años mientras hablaba por teléfono con su mujer, Jessica Álvarez (ahí estaba embarazada de casi ocho meses), en el hotel de concentración. Una noticia fatal. Demoledora para el espanyolismo. Algo que nunca debió suceder ni ser contado. En este décimo aniversario queremos rendir un pequeño homenaje recordando tres de los relatos más sentidos de este trágico suceso. Los tres protagonistas son: Andrés Iniesta, Mauricio Pochettino y Jessica Álvarez.
La depresión de Iniesta
En su autobiografía 'La jugada de mi vida', Iniesta recordó cómo recibió la noticia de la muerte de Jarque y cómo tuvo que afrontarla durante el año que precedió al Mundial. Unos meses en los que necesitó ayuda psicológica y que terminaron con un final feliz: el de Fuentealbilla marcó el gol que le dio a España su único Mundial y su dedicatoria a Dani Jarque dio la vuelta al mundo. Las dos cosas, el tanto y la celebración, están unidas desde siempre.
Carles Puyol fue el que le dijo al entonces jugador del FC Barcelona la trágica noticia. "Me ha llamado Iván (De la Peña) y me ha dicho que Dani está muerto", le contó el central e Iniesta entró en shock: "¿Está confirmado? ¿Seguro? No lo podía creer. La noticia me heló el corazón. Los siguientes días en Barcelona fueron terribles. A partir de ahí, empezó mi caída libre hacia un lugar desconocido. Vi el abismo. Y fue entonces cuando le dije al doctor: 'No puedo más'".
Iniesta se dio cuenta de que estaba mal día tras día y no mejoraba. No sabía qué le pasaba. Le hicieron muchas pruebas, pero su cuerpo y su mente no se encontraban y la "bola" se hacía cada vez más grande. Las continuas lesiones que sufrió durante la temporada tampoco le ayudaron. Se rodeó de sus seres queridos para salir adelante y superarlo. Finalmente, terminó viendo la luz al final del túnel en Sudáfrica.
Cómo lo vivió Pochetino
También un libro ('Un nuevo mundo'), Mauricio Pochettino, el que fuera entrenador de Dani Jarque por aquel entonces, cuenta el estremecedor relato de las últimas palabras que tuvo con el futbolista.
"Después de comer les dije a los jugadores que podían ir a dormir un rato la siesta y después dar una vuelta por Florencia. Dani pasó por mi lado y se dirigió al médico, que estaba frente a mí: 'Doctor, ¿me das una aspirina o un paracetamol, que me duele un poco la cabeza?'.
Yo salté: 'Date una vuelta por Florencia, te tomas un café y ya verás como se te pasa'. Pero me dijo que no, que se quedaba a descansar porque estaba cansado. Esas fueron las últimas palabras que escuché de él.
Estando en una plaza en Florencia, con Feliciano di Blasi, mi asistente, me llamó Iván de la Peña, nuestro mejor jugador. Estaba llorando y me pidió que volviera al hotel, que algo le estaba pasando a Jarque. Cuando llegamos los médicos estaban en la habitación tratando de reanimarlo. Durante tres horas. Nunca respondió.
Paro cardiaco. Veinteséis años. Fue durísimo, un drama, un drama colectivo, los médicos haciendo su trabajo y los jugadores alrededor, tirados, llorando, todos agarrándose la cabeza, desencajados… La impotencia que sientes al ver que se te está yendo un chico al que quieres, una persona que es parte de tu vida, al que acababa de dar la capitanía, que me recordaba tanto a mí… y no poder hacer nada. Se fue. La frustración es tremenda".
El primer partido de fútbol de su mujer
El último relato es de su viuda y, como el primero, forma parte del libro de Iniesta. Unas palabras que te cortan el aliento. No había vuelto a ver un partido de fútbol desde la muerte de Dani Jarque y decidió ver la final del Mundial.
"No veía fútbol, ni siquiera encendía el televisor, necesitaba estar en silencio. En silencio con mi dolor. Pero aquella noche decidí ver la final. No me preguntéis por qué, quise verla. Estaba en casa, con mi madre y Martina, mi hija. La pequeña tenía entonces 10 meses. Recuerdo que acababa de salir de la ducha, con el pelo enrollado en una toalla, y me senté nerviosa frente al televisor. Era la final de un Mundial. A Dani le habría apasionado verla rodeado de sus amigos. Por eso, me dije: ‘Lo veo, sí, lo voy a ver’. Mi madre me miraba preocupada y me repetía una y otra vez: ‘¿Seguro que quieres verlo? ¿Seguro, Jessica?’ Ella, lógicamente, me lo preguntaba porque era la primera vez que veía un partido de fútbol desde que Dani nos dejó y he de reconocer que las primeras veces que uno se enfrenta a recuerdos del pasado durante el duelo son muy duras. Se convierten en ‘esas primeras veces’ de una nueva vida. Una vida en su ausencia... ‘Sí, mamá, lo quiero ver. Sí. sí’. Y ahí estaba yo, en el sofá.
Todavía hoy no sé por qué lo hice. Es algo que te lleva a estar ahí, quería conectar. Sabía que era imposible disfrutar de lo que veía, pero intuía que algo iba a pasar. Segundos antes del gol lo presentí. Empecé a llorar antes de que lo marcara. Me acuerdo del momento en que le hacen el pase a Andrés y él se queda solo ante la portería. Mete el gol y yo... no quise verlo, preferí taparme los ojos.
No, no veo nada más, sólo veo a Andrés disparar a gol, pero no veo nada más porque me tapé los ojos con las manos. El gol, pero sobre todo la dedicatoria, emocionó a mi madre y ella gritó: ‘¡Mira, mira, mira!’. Yo no quería mirar porque sabía que él iba a estar ahí. No sé por qué, pero lo sabía. Sí, antes de que Andrés marcara, presentí el gol. Tampoco sé explicarlo, pero sabía que iba a suceder así. Llámalo intuición, presentimiento, destino, lo que quieras, pero Andrés es una persona que le podía dedicar ese gol a su familia, a su mujer, a sus hijos, a tanta y tanta gente. ¡Y se lo dedica a Dani!".
Soy de Sevilla, Bético desde que tengo uso de razón, pero tanto la muerte de Dani como la de Puerta, sobre todo esta, porque lo conocía personalmente, me dolieron en el corazón. Por eso siempre los recordaré y tendré mi recuerdo para ellos. Siempre Betis
Todavia recuerdo perfectamente como me entere de la notici de la muerte de Dani, es hoy despues de diez años que me sigo emocionando. Y cada minuto 21, aplaudimos para que siempre este en nuestro recuerdo!! Eterno capitan!!!!!!!
Pasarán muchos años y muchas generaciones pero jamás nos olvidaremos de ti, siempre serás nuestro capitán. Aquel día se paró tu corazón y se nos heló el de todos los pericos. Gente me ha preguntado que por qué seguimos aplaudiendo en el minuto 21, se lo merece y es una señal de respeto. Eterno 21, eterno capitán