Que años aquellos...
{mosimage} Atrás quedan otros tiempos en los que la llegada de la Copa del Rey despertaba una ilusión regenerativa dentro del beticismo. En esta ocasión, la realidad hace pasar de puntillas en la competición que mayores alegrías ha dado al Betis, porque a nadie escapa que las aspiraciones a cotas mayores de antaño se quedarán en el fondo de armario en esta campaña. Bueno, al menos esa es la intención inicial del cuerpo técnico, lo que no es óbice para comprender que una eliminación en casa ante el Córdoba no sería del agrado de nadie. Por otro lado, y aunque el regreso a Primera es el único objetivo de esta temporada, el dulce de llegar a cruzarse con un Real Madrid o Barcelona en un año tan feo, siempre está en la mente del aficionado e incluso del jugador.
De momento Tapia no va a hacer nada que no hayan hecho otros entrenadores en esta misma competición. Rotará a sus jugadores para seguir manteniendo viva la llama de la ilusión dentro del mayor número posible de jugadores. Sin ir más lejos Chaparro ya lo hizo el año pasado, en plenos cuartos de final ante un rival por aquel entonces en declive, como era el Mallorca. Ahora al menos estamos hablando de la segunda eliminatoria, con los Primeras todavía en la nevera y donde el pase a la siguiente ronda se jugará a un solo partido. Eso añade algo de expectación al partido, aunque suene a ‘deja vú’ por tratarse del mismo rival de hace cuatro días.