Mel renunció a sus principios y el Betis salió descompuesto
Hasta el momento, Pepe Mel siempre había apostado por el clásico 4-4-2 desde el inicio, aunque después haya ido reforzando el centro del campo con el paso de los minutos. En Albacete probó hacerlo al revés, y el experimento no pudo salir peor. El madrileño renunció a sus principios y se obligó a mover ficha antes del descanso en detrimento de Cañas, quien por cierto estaba nublado como el resto del equipo. El roteño, junto a Iriney y Salva Sevilla salieron juntos en el once inicial, provocando la renuncia a la banda derecha con Momo como único jugador de banda puro.
Con la salida de Israel, y el consiguiente reajuste a la idea táctica inicial de esta temporada, el Betis mejoró su rendimiento, vivió sus mejores momentos del partido e incluso se hizo con el dominio del partido. Sin embargo, los nuevos movimientos del banquillo acabaron por desajustar ese equilibrio. Todo ello, claro está, acompañado de un pésimo partido de Emaná, que ni siquiera remató a portería cuando se había quedado solo delante del portero manchego.