El valor del efecto Merino

En medio del debate que existe en torno a quién debe ser el entrenador del Betis, con Pepe Mel y Serra Ferrer como principales candidatos a ocupar el banquillo, Juan Merino parece haberse empeñado en convertirse en una seria alternativa para seguir comandando la nave verdiblanca hacia el ascenso a Primera división. Quien en principio estaba llamado a tener un carácter de interinidad como técnico del primer equipo, se ha encargado, con trabajo y resultados, de que sus opciones sean cada vez mayores, después de revertir la situación de un equipo que ahora mira de frente a los dos puestos de ascenso directo.

Merino cogió las riendas del Betis en la jornada 14. La última derrota sufrida en casa ante el Alavés fue una tremenda estocada que propició la destitución de Julio Velázquez. Entonces, el Betis era sexto, con 21 puntos, a ocho de los puestos de ascenso directo, que ocupaban Las Palmas y el Girona, ambos con 29 puntos. Tres jornadas después, tras conseguir enlazar tres victorias consecutivas, el conjunto heliopolitano ya es cuarto, con 30 puntos, a sólo tres del Sporting de Gijón, segundo con 33 puntos; y de Las Palmas, líder con 36.
A falta de fútbol, Merino ha logrado imprimir su sello de competitividad a los jugadores, que al fin suman de tres en tres, con un nueve de nueve que le ha permitido recortar cinco puntos con la cabeza y avanzar dos puestos en la tabla, empatado con el Girona que en estos momentos ocupa la tercera plaza. Asimismo, la escuadra verdiblanca ha conseguido dejar su portería a cero en esta serie de partidos, lo que le ha permitido pasar de un gol de diferencia entre goles a favor y en contra, a un balance positivo de +5 tantos.