Leganés, Leganés y Leganés

El derbi se acabó. Para unos, esa misma noche histórica en Nervión. Para otros, hace sólo unas horas. Y hay quienes todavía siguen viviendo ese día como si no acabara. Pero el Betis, para crecer, después de ese golpe en el campo del eterno rival, no debe convertirse en CurroBetis, porque se le ve venir a leguas. Sólo un triunfo ante el Leganés haría aún más mágico ese 3-5 inolvidable. Lo demás es ojana.

Porque este Betis, si Lorenzo Serra Ferrer hace lo que siempre ha hecho bien, necesita forjarse en la exigencia para crecer. Para superar retos, para hacer disfrutar a su gente. Más de 50.000 gargantas llevarán en volandas a sus chicos, los que hace unos días les dieron una de las mayores alegrías de su vida. Que sí, luego está el medidor de si se ha celebrado más de la cuenta, pero el partido lo merecía.
Como merece que el bético se centre en el Leganés. Esa frase de Guardado en el vestuario del Sánchez-Pizjuán que todo bético debió grabarse a fuego: "Leganés, Leganés, Leganés". Quien no esté en ese carro está tardando en subirse. Porque el Betis tiene una oportunidad única de meterse de lleno en la pelea por Europa y luego pelear al Barcelona. Porque este Betis, el de las buenas tardes, puede pelear ante cualquiera.
Quique Setién no piensa llorar por las ausencias de Mandi y, sobre todo, de Feddal, uno de los líderes de este Betis. Hará lo que sea para que la defensa sea digna, esté a la altura y no forme líos. Incluso medita dar la oportunidad a los que han trabajado desde el primer día con él, aunque hayan metido la pata en más de una ocasión. Con Francis como lateral derecho, porque el canterano, en sus ratos, que han sido en plazas grandes, ha sacado muy buena nota. Ya habrá tiempo para que lleguen refuerzos. O no.
La llave del once la tendrá Javi García, al que Setién no quiere mover del pivote. El técnico del Betis sigue insistiendo en que quiere en su Betis a Dani Ceballos, que el club busque cualquier laguna legal para que vuelva. Habrá que ver si en el club tienen la misma idea que su entrenador. Mientras tanto, Fabián es el líder, un crecimiento impresionante en pocos meses. Fútbol y hasta goles.

Rival peligroso

Pero el Leganés no es un invitado de piedra. Suena a equipo de descenso, o de la Segunda, o hasta de la Segunda B, pero este Leganés tiene muy buenas cosas. Para empezar, una que no tiene el Betis: recibe muy pocos goles. Y sabe distribuir los suyos como pocos. Una buena cita para comprobar si este Betis está preparado para digerir tanto azúcar.
Si el bético mira la tabla, y no ocurre algo extraño en la Copa, el séptimo irá a Europa. Y el Betis, el Betis del derbi, debe pelear por ese objetivo. Pero sólo si este lunes gana al Leganés. Con Sergio León arriba, a la espera de que juegue Rubén Castro, con Tello en el extremo. Con el que sea en el césped y con muchos béticos en la grada. La oportunidad la pintan calva, que se suele decir. Que nadie meta la pata o aquella fiesta del derbi será eso, una fiesta de un día.