El Betis tiene por delante una temporada muy ilusionante con varios cambios en la plantilla. Pero la remodelación más profunda está con los porteros, tras la salida de sus viejos inquilinos y la llegada de dos fichajes... y otro más que puede llegar. Joel Robles y Pau López tienen varios retos por delante y el Betis otro con ellos dos.
Porque la última vez que el club verdiblanco acometió tantos cambios en la portería el resultado fue un desastre. Aquella temporada con Sara y Andersen como caras nuevas se convirtió en una de las peores de la historia del Betis. Antonio Adán, que aterrizó en Heliópolis en el mercado invernal, no pudo alterar mucho el negro camino del equipo, que acabó en la Segunda división con 25 puntos y eliminado de la Liga Europa por el Sevilla a pesar de ganar en la ida por 0-2.
Sara y Andersen demostraron no estar al nivel ni del Betis ni de LaLiga Santander española, con actuaciones desastrosas en muchos partidos. Ahora Joel y Pau se enfrentan a una temporada difícil, donde deberán demostrar, además de parar, ser una pieza más del engranaje ofensivo del equipo, dentro de esa idea de Quique Setién de que los porteros sean los iniciadores de las jugadas en muchas ocasiones. Un paso que tanto Adán como Dani Giménez llegaron a realizar muy bien.
Para empezar, Setién quiere comprobar durante los entrenamientos y los amistosos de la pretemporada quién puede ser su portero titular, aunque todo apunta a que el técnico del Betis repita esa estrategia que llevó a cabo en Las Palmas con las rotaciones entre los porteros.