Canales intimida al Valencia

El Betis se mantiene sólido en las tres competiciones. Además, la victoria ante el Atlético de Madrid le permitió colocarse en puestos europeos. Parte de la culpa de esta situación la tiene el jugador de moda verdiblanco. Sergio Canales está viviendo un momento inigualable. Titular indiscutible con la verdiblanca, cuaja actuaciones reseñables partido tras partido. La última la consiguió ante los colchoneros, anotando el gol de la victoria tras disputar un encuentro digno de mención.

Actualmente, el juego del Betis gira en torno a él. Su portentoso físico y la calidad que destila en el terreno de juego le fijan como la pieza clave de Quique Setién. Canales lucha, recupera, asiste, equilibra y hasta marca. En cada jugada aparece como el eje que dirige el fútbol bético. Todo esto obligan al Valencia a mantenerse concentrados ante su participación. Marcelino sabe del peligro que genera el jugador ante todos sus rivales. Quizá, por ello, quiere atar en corto al exjugador valencianista.

Marcelino tiene clara su estrategia

Tal y como realizó el entrenador valencianista en el Camp Nou con Lionel Messi, Marcelino quiere anular por completo a Canales. La mayoría de las acciones ofensivas béticas pasan por las botas del mediocentro y, sin él, el juego verdiblanco se atascaría. Por tanto, la recuperación de Kondogbia y la solidez que aportan jugadores como Wass, Coquelin o Ferrán Torres permitirá a Marcelino focalizar la presión individual en el bético. Quizá, el Valencia perderá parte de su presencia en el centro del campo, pero podrían aumentar sus posibilidades en el encuentro si logran que el cántabro no aporte con regularidad.

Lo que está claro es que el Valencia teme a Sergio Canales. La táctica de Marcelino parece clara, y mantener fuera del partido al máximo goleador bético complicará la estrategia a Quique Setién. Aun así, el mediocentro ha sabido superar siempre las adversidades y, si consigue zafarse de los obstáculos valencianistas, podrá introducir el miedo en el banquillo che. La tarea de Marcelino es compleja, pero la intención es más que evidente: frenar en seco a Canales para sorprender con su ausencia.