Graben a fuego la palabra Champions
Que sí, que no es un objetivo prioritario. O no lo era, según se mire. Que sí, que el presupuesto del Betis no está entre los cuatro primeros de LaLiga Santander y que hay rivales con más presión. Pero tal y como está el patio, tras el fracaso europeo y la decepción en la Copa, el Betis tiene la obligación se sentirse un candidato más a jugar la Champions League la próxima temporada. Y, para ello, no debe dejar pasar el tren.
El tren de la Champions tiene este domingo para el Betis su primera parada. Una dura parada. Por el golpe moral y físico del jueves y por el rival. El Getafe es la revelación de la temporada y ha avisado de sus intenciones. Sin presión, también sueña con la Champions, porque soñar es gratis y ya golpeó al Betis en el Coliseum. Cuenten el 2-0 de la ida porque todo vale.
Y con el aprendizaje de la ida, donde el Betis dejó una de las imágenes más lamentables de la temporada tras el éxtasis de Milán, ahora se presenta un partido con mucho en juego después de perder la mayor ilusión en Mestalla. Sin final, sin final en casa, el Betis tiene ahora por delante olvidar los pesares con una recta final de temporada exquisita. Porque quedar el cuarto haría olvidar mucho. Muchísimo. Y ahí Setién ganaría muchos puntos.
De Bordalás a Jorge Molina
Y es que Setién es el que ha quedado más señalado tras el doble varapalo en una semana. Setién, con sus dichos y sus hechos, ha provocado una división en el beticismo complicada. Y ya hasta hay quienes apuntan más arriba de los males de este Betis. Setién, otra vez, ha dejado fuera a Emerson, como en Valencia, y ahora ya no le hace falta rotar tanto. Habrá que ver si los menos habituales hasta ahora, definitivamente, ya no tienen sitio.
Todo lo que no sea ver a Bartra, Mandi, Carvalho, Lo Celso y Canales siempre sobre el campo será una sorpresa. Ya no hay tiempo para lamentaciones. Y esta vez Setién tendrá que buscar la fórmula para ganar a su antiyo, José Bordalás, con el que mantiene un pique particular. El que no pica es Jorge Molina, que regresa a su casa a lo grande. Como los 25 goles que llevan los tres delanteros del Getafe. Molina nunca jugó la Champions y también quiere jugarla, aunque no sea en su Betis. La pelea está servida pero los béticos, sobre todo en el club, ya deben tener grabado a fuego la palabra Champions. Eso sí es ambición después del sofocón.