La contribución de Benito Villamarín a la Semana Santa
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Una de las hermandades con más arraigo futbolero dentro de la Semana Santa de Sevilla es la de Santa Genoveva. Radicada en el Tiro de Línea, casi a medio camino de los dos estadios, ha tenido en su historia una gran vinculación con ambos clubes.
Sin embargo, si hay una personalidad que se lleva la palma en cuestión de relevancia en la cofradía del Lunes Santo, ese es sin lugar a dudas Benito Villamarín, uno de los grandes benefactores en los inicios de la corporación nazarena. El presidente que hoy le da nombre al estadio del Real Betis Balompié fue clave en el desarrollo de la cofradía, con intervención militar de por medio.
Santa Genoveva tenía cierta vinculación militar desde su inicio. La Parroquia tomó el nombre de esa santa debido a que era el de la mujer de Queipo de Llano, mientras que en la Hermandad tuvo especial protagonismo el General Castejón, cuya mujer se llamaba Mercedes, clave para la advocación de la titular mariana de la corporación.
El caso es que Castejón le hizo un gran favor al Betis, permitiendo que Isidro –padre de Quique Sánchez Flores- jugara un importante partido pese a encontrarse haciendo el servicio militar. De hecho, no era el primer favor en este sentido que se la hacía. Así, Villamarín quiso agradecerle el favor y éste le remitió a la cofradía.
En esas, el párroco Antonio González Abato le pidió que ayudar a costear el paso del Señor Cautivo en el Abandono de sus Discípulos, y el presidente bético lo pagó.
El Lunes Santo de 1958, con el canasto en bruto y el respiradero tallado por las manos del insigne tallista Antonio Martín, el Cautivo fue por primera vez a la Santa Iglesia Catedral. Curiosamente, ese año el Real Betis subió a Primera División.
Pero la vinculación de Villamarín con Santa Genoveva no queda ahí, pues también costeó uno de los varales del paso de palio de la Virgen de las Mercedes. Esta pieza de orfebrería, de Hijos de Juan Fernández y estrenada en 1971, llevaba un escudo del Betis, al igual que otro –pagado por la peña sevillista del barrio- contaba con el del Sevilla, pero la junta de gobierno decidió hace pocos años retirar ambos.
En el centenario de su nacimiento, el club verdiblanco decidió hacer su tradicional ofrenda floral de principios de temporada en la Parroquia de Santa Genoveva, como homenaje a su presidente más recordado y a la cofradía de su devoción. Este Lunes Santo, precisamente, la Hermandad conmemora el 60 aniversario de su primera estación de penitencia, y por ello el Cautivo vestirá la túnica bordada por Esperanza Elena Caro que dejó de utilizar en su salida en la década de los 80.