Una y no más

Otra hoja que se va caer. Ya quedarán cuatro. O menos, según se mire. A la margarita de Europa le queda ya poco. Muy poco. Y si el Betis no se agarra este miércoles de verdad, que vaya haciendo las maletas para tener unas amplias vacaciones en verano. Ni rondas previas ni gaitas. Una desilusión como la copa de un pino. O fracaso, que diría Feddal.

Porque la cantinela de que aún quedan opciones se va agotando. Y hasta cansa. Menos mal para el Betis que esta liga es mediocre, porque se van a necesitar pocos puntos para ir a Europa. Y puede que ni así le valga a este Betis, cómo estará siendo su temporada. O sí, porque, como repito, aún tiene opciones. Créanselo después de todos los golpes sufridos. Repito, como diría Feddal, a lo mejor al final de la temporada se habla de qué sufrimiento para lograr el billete europeo por segundo año seguido.

Feddal dijo muchas verdades, las que no gustan en el club, a las que muchos les duele escuchar. Pero lleva más razón que un santo. Si el Betis se mete en Europa, y que no sea un fracaso, será gracias a sus victorias. El juego, lean bien, es lo de menos. El marroquí tendrá que ver el partido  de Valencia por la tele al estar sancionado y habrá que ver si juega más. Por el bien del Betis, que juegue. Pero en Valencia estarán otros, los que deben olvidar la falta de gol, los que tienen que tirar del carro porque hay mucha gente ilusionada. Y dolida. Y el dolor se quita únicamente con victorias.

Algunos cambios

Quique Setién estará aún más tranquilo dentro de su tranquilidad en el estadio del Levante. Aunque seguro que habrá algún bético que le vuelva a cantar que se vaya. El técnico del Betis no tiene a Lo Celso, ni Williiam Carvalho, pero recupera a Canales. Es un buen día para que al final se note la mano de entrenador. Y en esa mano a lo mejor está la vuelta de Francis al carril (izquierdo) o juntar a Jesé con Loren. Hacer algo para hacer lo que últimamente no hace el Betis: ganar partidos.

El Levante espera con tensión. Su vida en la Primera parecía alargarse pero se ha metido en un serio lío. ¿Por qué? Sí, está claro: porque no gana partidos. En el Villamarín dio un repaso aunque de eso hace ya un mundo. El tiempo en el que los béticos creyeron pasar una temporada muy feliz y que ahora se ha tornado en gris muy oscura. O gana el Betis al Levante o el adiós europeo, que es lo que importa de verdad, estará muy cerca. Del adiós del entrenador, si alguna vez llega, ya es mejor no decir nada.