Ezequiel cuenta la historia de la 'Ezequinha': "Me aposté 10 euros con Canales y Muniain"
La mano de Dios de Maradona, la ruleta de Zidane, la cola de vaca de Romario, la lambretta de Djalminha, la Joaquininha, la jugada maradoniana de Leo Messi o la Ezequinha. Solo algunos privilegiados tienen el honor de haber regalado al mundo del fútbol regates o detalles que ya son historias del deporte rey. Uno jamás visto antes lo firmó Ezequiel Calvente, que por aquel entonces despuntaba en el filial del Real Betis.
En verano de 2010, mientras se disputaba el Europeo sub 19, el canterano bético saltó a la fama con la Ezequinha, un penalti que dio la vuelta al mundo. La intrahistoria y mucho más la cuenta en una entrevista para ElDesmarque:
-¿Cómo se forjó la Ezequinha?
- "Estábamos en Francia en la habitación, porque siempre estábamos jugando a las cartas o hablábamos de los equipos y contrarios. Siempre practicaba ese penalti en los entrenamientos y Muniain me dijo: 'no tienes huevos o cojones en un partido a hacerlo'. Les digo (a Muniain y Canales): 'mañana si hay un penalti lo tiro yo y lo hago, me apuesto lo que queráis'.Y dijeron 10 euros y bueno, en aquella época no cobraba mucho dinero. Yo los acepté, me hicieron el penalti a mí y lo tenía súper claro. Es algo que parecía predestinado, porque una noche antes lo hablamos y así fue como pasó. Es una cosa que lo hacía todos los días en el entrenamiento y decidí hacerlo".
De le Ezequinha a la comparación con Joaquín
- ¿Te pasó factura la repercusión de la jugada?
- "Yo no esperaba tanta repercusión. Al día siguiente me llamaba todo el mundo para pedirme entrevistas. Luego la gente por un penalti me puso a mí como el nuevo Joaquín, siendo muy joven. Me vino bien porque me dio a conocer pero es verdad que por un penalti que podría haber hecho cualquier futbolista te ponen expectativas que no son. Podrían haber tenido un poco más de paciencia conmigo o no sé. Yo estoy muy contento de haberlo hecho, ahí queda para la historia del fútbol. Mis niños y sus amigos me hablan del penalti".
- ¿Pesó la comparación con Joaquín?
- "Ahí están las estadísticas. Con casi 40 años el nota sigue ahí y las comparaciones son odiosas. Cada uno tiene su virtud, sus defectos. Joaquín es un jugador de otra categoría y lo está demostrando. Yo en lo personal soy buen futbolista pero me quedaban muchas cosas por aprender. Como aquel que dice venía de un juvenil y tenía mucho que aprender. Yo lo hacía todo mal, recuerdo que cuando tenía que encarar la pasaba y cuando tenía que pasar quería regatearme a cinco y eso te lo da la experiencia".
Un ascenso apresurado
- Y de la Ezequinha al primer equipo. ¿Cómo fueron los inicios?
"Fue todo muy rápido. Yo estaba jugando cedido en el Granada, me llamó David Ortega para ir al División de Honor. Nos clasificamos para la Copa del Rey y ahí me vio Luis Milla jugando contra el Barcelona, que los eliminamos. Ya estaba jugando con el Betis B y de buenas a primeras fui a la selección y cuando volví ya estaba en el primer equipo. Fue todo muy rápido. Es una cosa muy bonita entrar con jugadores de la talla de Rubén Castro, Emaná, Belenguer o Salva Sevilla. Para mí fue un sueño cumplido, poder debutar con la camiseta verdiblanca es no de mis sueños cumplidos".
- ¿Cómo valoras tu trayectoria?
- "Yo estoy muy contento con mi carrera, he tenido la oportunidad de estar en muchas ligas y ahí se ve el esfuerzo. A mí cuando me dicen de fracasado me hace gracia porque he hecho hasta lo imposible por jugar al fútbol. Si me he tenido que ir a Hungría o a Alemania con 20 años, sin prácticamente saber hablar español... Es muy fácil criticar y yo mismo me hago autocrítica, intento sacarle el lado positivo y ya está. Cada uno lleva su vida a su manera y la mía me ha tocado vivirla así"