Oliveira y su “sueño” de trabajar junto a Serra Ferrer
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Serra y Oliveira le recuerdan a Del Nido el derbi de 2005
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El entrenamiento de Oliveira con la final de Copa de 2005 de fondo
Ricardo Oliveira y Lorenzo Serra Ferrer son dos de los nombres más destacados de la mejor temporada de la historia del Real Betis Balompié. En la 2004/05, el equipo verdiblanco ganó la Copa del Rey y se metió en la Liga de Campeones gracias, entre otras muchas cosas, a los goles del brasileño y las directrices desde el banquillo del técnico balear.
Ahora, 15 años después, Oliveira sigue jugando al fútbol, apurando sus últimos años como profesional, pero no descarta volver a coincidir con Serra Ferrer en un futuro, algo que para él sería “un sueño”, tal y como ha reconocido en los micrófonos de Canal Sur Radio.
“No sé, yo siempre pienso en el presente. El futuro está ahí y cuando pase mi etapa como jugador me queda una vida por delante y debo aprovechar los 20 años que voy a cumplir como futbolista, con muchas experiencias fantásticas. Pienso que tengo mucho para contribuir al fútbol cuando cuelgue las botas. Si eso ocurriera en un futuro, juntarme con Lorenzo, sería un sueño, sería increíble. Recordar lo que hemos vivido, él como entrenador y yo como futbolista, la historia que hemos tenido juntos sería aportarnos conocimientos mutuamente. El futuro no ha llegado. Ojalá que cuando llegue, podamos seguir conectados. Me haría mucha ilusión”, ha explicado el atacante brasileño.
De hecho, Oliveira tiene a Serra Ferrer como el entrenador que más le ha influido en su prolífica y larga carrera como futbolista. “Estoy muy agradecido a todos los entrenadores que he tenido, todos me dieron muchísimo. Pero con Lorenzo fue algo distinto. Cuando llegué a Sevilla, me quedé en un hotel con mi mujer, que era muy joven, y mi hijo mayor. Me crucé con Lorenzo y su señora en el hotel y en todas las comidas coincidíamos y siempre estaba encima, me preguntaba que cómo estaba y cómo me encontraba. Luego, también lo hacía en los entrenamientos. Yo sabía que era mi entrenador y que tenía que dar la respuesta que necesitaba porque fue el que creyó en mí. Por eso pienso que fue un padre para mí. Yo era muy joven y me ayudó muchísimo, no sólo en el fútbol, sino con la vida. Me quitó de muchos líos y me decía que juntos íbamos a conseguir lo que queríamos. Apostó por mí y a partir de ahí me dejó ser el protagonista de mi historia. Le debo muchísimo, me hizo mejor hombre, mejor futbolista y mejor persona. Hablar de Lorenzo para mí es muy fácil, lo conocí con su forma de ser, su forma de ver el fútbol, la manera de plantear los partidos y de organizar un vestuario. Tengo muy buena relación con él y lo quiero muchísimo”, afirma.