La enésima decepción de este Betis

El Betis sigue instalado en una dinámica negativa y no hubo reacción contra el Villarreal. Los pronósticos que apuntaban a una derrota bética, a la vista de las trayectorias de uno y otro, se cumplieron. Los de Alexis, con sus habituales concesiones defensivas y con discutibles decisiones arbitrales, volvieron a caer y siguen empeñados en no acabar de una vez con posibles fantasmas.

Quedarse en la cuestión arbitral no sería justo. El ‘penalti light’ de Bartra, el gol en propia puerta de Anguissa anulado, o la expulsión de Fekir fueron hechos constatables. Sin embargo la derrota del Betis llegó también por la tan manida como real fragilidad defensiva de un equipo al que con poco siempre le hacen daño. Nada nuevo. Tampoco conviene pasar por alto la sequía de los delanteros.

Los tres puestos últimos parecen determinados para otros y no debe haber complicación mayor, pero la racha del Betis y las sensaciones preocupan. El Villarreal encarriló el partido en la primera media hora con dos goles de Gerard Moreno, el primero de penalti y el segundo en una gran acción. La expulsión de Fekir al filo del descanso terminó de sentenciar el marcador antes de acabar el primer acto.

La segunda parte fue un trámite, como viene siendo el discurrir verdiblanco en este regreso a la competición tras el parón por el coronavirus. Si acaso pudo ampliar distancias en el marcador el cuadro castellonense frente a un Betis que, ya con uno menos, trató de acabar con la mayor dignidad posible. Eso debe intentar hacer en los cinco partidos finales y mirar al futuro.

La alineación del Betis ante el Villarreal presentó hasta cinco cambios respecto a la que jugó frente al Levante. Emerson, Mandi, Pedraza, Guardado y Borja Iglesias suplieron a Barragán, Feddal, Álex Moreno William Carvalho y Loren. Medio equipo nuevo de Alexis Trujillo que mantuvo su apuesta por el sistema de tres centrales utilizado en los dos partidos anteriores.

Pese a que el Betis arrancó el partido con una presión alta, el equipo pronto evidenció los errores de siempre. Primero avisó Trigueros con un disparo que repelió Joel Robles, luego fue un envenado centro de Ontiveros. A la tercera llegó el gol y era el minuto 7. Un penalti discutible de Bartra sobre Bacca fue transformado por Gerard Moreno. Pronto empezaban a torcerse las cosas para los verdiblancos.

El Betis trató de reaccionó. Guardado lo intentó de lejos (8’) y luego una acción desde el área en la que ni Fekir ni Canales atinaron con sortear a los defensas (10’). La insistencia bética pudo tener premio con un gol anulado tras un lanzamiento de falta en el que Anguissa introdujo el balón en su propia portería. Sólo el hecho de que algún jugador bético en posición ilegal molestara en la trayectoria del balón podría explicar la decisión de Gil Manzano.

Los de Alexis manejaban el balón, pero en cuestión de contundencia, en área propia y rival, perdían la batalla. Fekir rozó el empate pero no remató en boca de gol (25’). Poco después una cabalgada de Ontiveros acabó con el lío que Gerard Moreno le hizo a Sidnei en el área y el 0-2 en el marcador (39’). Era el ejemplo claro de la fragilidad y la pegada.

Bartra pudo marcar en un córner (36’) y poco después salvó bajo palos el tercero de los visitantes (37’). Un tanto anulado a Bacca y una gran acción de Fekir que Pedraza no remató después de que el balón se paseara por boca de gol (40’) casi cerraron el acto. Sin embargo, el francés sería protagonista por una doble amarilla antes del descanso en la que el Betis se quedó con diez jugadores. Tal vez excesiva la sanción, el mediapunta se fue visiblemente enfadado.

Todo sentenciado

Alexis movió ficha en el descanso con el cambio de Juanmi por Bartra. Era momento en el que el Betis, al menos, tirara de amor propio con un futbolista menos y ante la tesitura de partido. El Villarreal estaba cómodo y los verdiblancos apenas se acercaban al área de Asenjo. Un par de errores demostraban el momento por el que atraviesa el equipo. Ninguno tuvo esta vez consecuencias en el marcador.

Aleñá entro en el campo por Canales, que lo había jugado todo desde la vuelta de la competición. Posiblemente Alexis ya miraba a Vigo. El ritmo de partido había bajado y no había oportunidades claras en ninguna de las porterías. Cuando la pelota la tenía el Villarreal, eso sí, al Betis le costaba recuperarla con un futbolista menos. Un despiste de Pedraza habilitó a Bacca a punto estuvo de marcar el tercero (72').

Joaquín, tras sus últimas ausencias por problemas físicos, volvió a los terrenos de juego para suplir a Guardado. Los minutos pasaban y la reacción bética no parecía factible. Si acaso el Villarreal podía lograr el tercero, como la acción en la que perdonó Cazorla (82'). Joaquín lo intentó sin éxito de lejos (85'). Edgar entró por Guido en los minutos finales y Alcácer también tuvo en su cabeza el tanto, pero su remate se fue fuera (87').

La mejor acción del Betis de la segunda mitad acabó con un inocente remate e Aleñá (88'), que posteriormente lo intentó de nuevo de lejos aunque sin fortuna. Cazorla en el último instante estrelló el balón en el larguero. El resultado no se movió y los tres puntos volaron de Heliópolis,

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