Un equipo de fútbol de amputados funda la primera Peña Bética en El Salvador
La pasión por las trece barras trasciende mucho más allá de las fronteras españolas. El amor al Real Betis poco entiende de razas, nacionalidades o sexos. Solo hay una premisa: sentir el verdiblanco. Una 'locura' que ha llegado hasta El Salvador, donde un equipo de fútbol de amputados ha fundado la primera Peña Bética de Centroamérica.
Fue en noviembre del pasado 2019 cuando el Real Betis reconoció a esta peña oficial. Se convierte así en la tercera peña reconocida en América, después de la de EEUU y la de República Dominicana. La conforman unos 26 aficionados, que han conseguido que el club promocione a su equipo de fútbol de amputados.
Un equipo que compite por el título nacional de la Liga de Amputados, junto a La Libertad, Sonsonate y Soyapango. De hecho levantaron el título del primer torneo, pese a que se suspendió por la pandemia. Desde que conocieron a José Luis Falcón, del departamento de discapacidad del club, tanto el club heliopolitano como la Fundación ONCE avalan al club.
"El Real Betis nos envió la documentación, la llenamos, conformamos y juramentamos la junta directiva, la reenviamos (documentación). Nos aceptaron la documentación y nos dieron la autorización para usar el logo del Betis, ya podemos usar sus colores y hablar del Betis, que era la idea, conquistar a El Salvador y Centroamérica", expuso Meléndez en La Prensa Gráfica.
El Betis, un ejemplo de humanidad
Es una fundación que colabora activamente con niños amputados de El Salvador, lo que llamó la atención de la entidad bética. El club tenía previsto equiparles de 24 equipaciones, mascarillas oficiales y demás merchandising deportivo. Además, el club también les manda ayuda económica a través de eventos solidarios. Por otro lado, tienen previsto viajar algún día al Benito Villamarín y disputar un partido benéfico.
Eduardo Meléndez se mostró agradecido por el apoyo del Betis: "Me encontré con el jefe de discapacidad del Real Betis, José Luis Falcón, una persona parapléjica, y como uno de salvadoreño siempre ‘anda de metido’, le ayudé en sus necesidad los primeros tres días (del curso para entrenadores). Hicimos una gran amistad, me dijo ‘conozco El Salvador, pero no conozco que personas apoyen al Betis’, le propuse hacer un equipo y que ellos nos apoyaran financieramente o como pudieran. Me prometió los uniformes, equipo deportivo y que me apoyarían en todo lo que pudieran".