Van Wolfswinkel regresa al fútbol tras estar a punto de morir
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Ricky Van Wolfswinkel fichó por el Betis en el verano de 2015, el mismo año que fichaba Joaquín por el club. El holandés jugó poco, pero cada vez que lo hizo compitió. Tanto es así, que él marcó el gol que le dio la salvación al Betis que entrenaba Juan Merino al final de la temporada. Hace un año, Van Wolfswinkel estuvo a punto de morir tras una conmoción cerebral en el partido Basilea-Lask de la previa de la Champions.
El holandés sufrió un aneurisma y tuvo que someterse a varias operaciones para salir del trance. Después de meses de recuperación, el delantero ha vuelto a la práctica del fútbol tras el parón por el coronavirus para anotar dos goles y demostrar que está plenamente recuperado para el deporte.
Este lunes arranca la liga suiza y el propio jugador ha hablado con la BBC para reflexionar sobre todo lo ocurrido. "Fue aterrador. No esperas algo como esto. Normalmente, con las lesiones, conoces el plazo y trabajas duro todos los días para progresar, pero con esto no tienes idea de qué es o del peligro que conlleva. Fueron un par de días difíciles en el hospital", apuntaba. El golpe en l acabeza le produjo una protuberancia en forma de globo en un vaso sanguíneo, que podía ser fatal si estallaba.
"No pude jugar durante seis meses. No podía entrenar, no podía hacer nada. El primer día tras salir del hospital, compré flores para pedir disculpas a mi esposa por los próximos meses, porque sabía que estaría de mal humor. Hubo encuentros a los que fui y después de 20 minutos le dije a mi esposa: 'Me tengo que ir, no puedo verlo'", reconocía el futbolista.