El virus defensivo del Betis, tan dañino en 2020 como en 2019

Quedan aún siete partidos de LaLiga Santander para que el Real Betis Balompié diga adiós a un año 2020 que, en lo futbolístico, ha sido casi como en la vida real, malo. Y de momento el equipo verdiblanco camina en una senda tortuosa especialmente por sus problemas defensivos, que le convierten prácticamente en una bicoca para los rivales.

El Betis evidenció en San Mamés lo que viene demostrando desde hace muchísimo tiempo, que la defensa no está al nivel que requiere un equipo de la máxima categoría del fútbol español, y menos aún uno obligado a luchar por los puestos altos. A estar más cerca de Europa que del descenso, algo que no consigue.

En las poco más de cinco semanas que quedan para que se acabe el infausto año 2020, el Betis tiene toda la pinta de repetir el dudoso honor de ser el equipo de España más goleado en un año natural, como ya le sucedió en 2019. Entonces, recibió 64 goles, los mismos que el Celta de Vigo, para acabar el año con una sangría evidente que no fueron capaces de cortar ni Quique Setién, ni Rubi, ni prácticamente los mismos defensas que siguen jugando hoy en día con la camiseta verdiblanca, pues hombres como Emerson, Sidnei, Marc Bartra o Mandi siguen en el equipo desde entonces y, además, continúan siendo piezas clave.

Pellegrini tampoco acaba con el problema, y el equipo verdiblanco va camino de acabar 2020 también como el equipo más goleado de España, pues ha recibido ya 48 goles, cuatro más que el Valencia CF, que ahora mismo es su principal ‘perseguidor’ en este preocupante ranking.

El Betis de Pellegrini ha recibido ya 21 goles en 12 partidos, lo que le sitúa como el más goleado de LaLIga Santander con dos goles de diferencia sobre el Celta, el actual colista. Los equipos se forman desde atrás y en Heliópolis los problemas siguen siendo los mismos. Además, los refuerzos no son muy prometedores, porque de momento la aportación de los Víctor Ruiz, Miranda y Martín Montoya está siendo, en el mejor de los casos, testimonial.