Las notas de los jugadores del Betis ante Osasuna: uno por uno

El Real Betis ha logrado un triunfo vital ante Osasuna, que le permite acechar puestos europeos y quedarse a dos puntos de la sexta plaza.

En ElDesmarque ponemos nota a los jugadores del Betis y a Pellegrini:

Joel Robles (9): Calla de un plomazo las críticas y las dudas. Es otro en 2021. Con confianza, ágil con los puños, achica espacios a las mil maravillas, efectivo en los reflejos... Hoy salvó al Betis hasta en tres ocasiones y mantuvo al equipo vivo hasta el final. Un partidazo.

Emerson (5): Partido gris. Sufrió en demasía atrás, superado una y otra vez en inferioridad. Ni siquiera estuvo acertado en la proyección ofensiva, quizás su gran virtud.

Mandi (7): El mejor de la retaguardia. Aunque empezó algo incómodo, corrigió una y otra vez los errores de sus compañeros. Ganó el 80 % de los duelos aéreos. Casi nada. Correcto atrás y solidario en la elaboración, puesto que la ausencia de fluidez en la medular le hizo ejercer de libre.

Víctor Ruiz (6): Cada día más asentado. Se las vio y se las deseó para bregar con Calleri y no decepcionó. Seguridad, jerarquía y pragmatismo. Imperial en el juego aéreo, muy hábil en el uno contra uno y más aseado jugando en distancias largas. Un golpe en la cabeza le impidió terminar el partido.

Álex Moreno (4): Denotó una inseguridad defensiva terrible. Eso lo aprovechó Osasuna volcando el juego por su banda. Solo paraba uno de cada tres intentos de regate rival. Hasta 13 pelotas perdió. Lejos de sumar, resta en muchos aspectos del juego.

Paul (5): Aunque sí estuvo más acertado en la segunda mitad, con la ayuda de William, necesita mejorar. En la toma de decisiones, en colocación, en las revoluciones. Se le vio algo inseguro y muy errático en el pase. Debe exprimir su potencial físico. La exigencia y regularidad en la élite le irá dando madurez.

Canales (6): Sin la incidencia de otros días. Tuvo que retrasar su posición y eso afecta a su juego. Siempre recibía delante de la línea de balón, de espaldas y no pudo disfrutar de espacios para agilizar el juego. La entrada de Carvalho le permitió dar un paso adelante y percutir en zona de tres cuartos. Ahí, en dos chispazos, generó peligro.

Rodri (5): Siempre aporta cosas distintas. Alterna su posición, filtra pases, es solidario en el trabajo defensivo... Es cierto que no pudo generar producción ofensiva, condicionada por la solidez de Osasuna, y eso lastró algo su juego, aunque no desentonó.

Fekir (5): Osasuna cerró bien las líneas, fijó un marcaje al hombre y no le dejó darse la vuelta. Eso le impidió tener producción ofensiva y generar peligro. Aun así, necesita dar un paso adelante y decidir partidos tan enredados como este.

Joaquín (5):  La exigencia física y el repliegue defensivo de Osasuna le privó de los espacios necesarios para hacer daño. Cero regates en una hora. La estadística refleja la trabajada defensa rival. Quizás demasiado encorsetado en la banda derecha, lo que le abstuvo de tener tendencia por dentro.

Loren (5): Peleó, presionó y luchó como el que más pero sin mucha incidencia. Cabeceó al palo en la primera jugada de partido.

Los suplentes espolearon al Betis

Sidnei (6): Sólido, pragmático y sin contemplaciones. Buenos minutos del brasileño.

William Carvalho (7): Masterclass de juego en media hora. Ancló el centro del campo, juntando líneas y dando soltura a la salida de balón. Templanza, paciencia y verticalidad necesaria para agilizar el juego cuando lo necesitaba.

Borja Iglesias (9): Qué importante es la confianza en el fútbol. La inercia positiva del doblete le ha insuflado ganas, chispa y acierto. Una acción y cambió el partido. Pellegrini está obligado a aprovechar ese estado de ánimo.

Tello (8): Cambió el partido. Espoleó al Betis, imprimió velocidad, desborde y la chispa necesaria ante un Osasuna muy bien replegado. Hizo daño desde la banda, alternando su tendencia a jugar por dentro y por fuera. Asistencia que vale oro.

Guardado (-): S.C

Pellegrini (7): Ganar, ganar y ganar. A ratos volvió la desidia de antaño pero algo ha cambiado en este Betis: es exigente, ambicioso, más sólido, efectivo y tiene la suerte de cara. No regala nada y tiene ADN ganador. Tras una primera parte gris, reconvirtió el centro del campo, exprimió la amplitud por los costados, acertó con los cambios y cambió la inercia del equipo.