El esfuerzo de los padres de Rodri: 400 kilómetros al día y medio país en carretera
Detrás de cada futbolista se esconden un sinfín de historias desconocidas. Llegar a la élite conlleva muchos años de esfuerzo, superación y exigencia. Un reto nada fácil para los jugadores, que a menudo tienen que salir de sus casas o hábitat natural para triunfar fuera. Un claro ejemplo de ello es Rodri Sánchez, que pasó por las canteras de Atlético, Real Madrid, FC Barcelona, Espanyol y Deportivo de la Coruña antes de asentarse en el Real Betis.
Algo que el propio Rodri contó en los medios oficiales del club: "Desde muy pequeño empecé, me tuve que buscar la vida. En Extremadura hay poco fútbol, tuve que salir a hacer unas pruebas con el Real Madrid. Ya me metí de lleno, se me vio un poquito y me firmó el Atlético de Madrid. Desde ahí hasta arriba".
Desde aquella etapa en Madrid sus padres, Francisco y María José, hacían cerca de 400 kilómetros diarios, entre Talayuela y la capital, para que su hijo pudiera luchar por su sueño. Una rutina diaria casi imposible: "Se podrían meter en la Fórmula 1 ya. Se hacían muchísimos kilómetros. Unos 200 para ir y 200 para volver, cuatro días a la semana. El viernes me quedaba en un hotel a dormir porque el sábado jugábamos por la mañana. Volvíamos y el lunes de nuevo para acá".
Un esfuerzo que agradece Rodri a sus padres: "Confiaron en mí. También había que poder porque otros padres no pueden por el tema económico. Se lo agradezco mucho a ellos porque pudieron, confiaron mucho en mí, en el fútbol... y estoy aquí en parte gracias a ellos".