Una merecida alegría para Camarasa 363 días después
363 días ha tenido que esperar Víctor Camarasa para vestirse de corto otra vez. El centrocampista puso, ante el Winterthur, fin a un calvario que se ha dilatado en demasía en el tiempo. La última vez que jugó un partido de fútbol lo hizo con el Alavés, el 19 de julio de 2020. Once meses y 26 días han pasado desde aquella fecha... Volvió al Real Betis ese mismo verano pero en la segunda semana de pretemporada, en el stage de Marbella, el futbolista sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla derecha. Pellegrini ya le reservó por aquel entonces en el duelo ante el Cádiz en el Marbella Football Center, por precaución, y fue en su retorno a la capital hispalense cuando se confirmó el grave diagnóstico. "Pensaba que me había atropellado alguien", decía.
Pero en esto del fútbol es vital tener una regularidad y estabilidad mental. Algo de lo que sabe y mucho Víctor Camarasa, que ha superado ya varias lesiones en su carrera. Esperó pacientemente los plazos de su recuperación y desestimó sus vacaciones para realizar trabajo individualizado durante todo el verano en la Ciudad Deportiva Luis del Sol. Ahora, a sus 27 años, y tras apenas 26 partidos con el Betis en cuatro años, espera relanzar su carrera. Un esfuerzo que, acompañado de su valía, pretende convencer a Pellegrini para obtener un rol importante en este Real Betis.
Camarasa fue titular
El centrocampista fue titular en el duelo ante el Winterthur. Aunque al equipo se le notó falta de rodaje, pese a la goleada, Camarasa sí dejó detalles positivos con y sin balón. En cualquier caso, lo más reseñable fue su vuelta a los terrenos de juego y que lo haga con buenas sensaciones para seguir cargándose de minutos.
Un premio a la constancia y al saber sobreponerse a los obstáculos que tuvo el reconocimiento de toda la plantilla. "Hoy es tu día socio. Después de todo el trabajo que hay detrás que no se ve, es momento de disfrutar este momento y disfrutarte dentro del campo. Me alegro mucho por ti amigo, te lo mereces", escribía Tello. Unas bonitas palabras a las que se sumaron otros como Bartra, Miranda o Borja Iglesias. Ahora le toca reivindicarse en el campo.