Un cohete llamado Betis

Declarado el estado de felicidad en el Betis que gana, gana, gana y... además convence. Lejos de empequeñecerse y resentirse por la acumulación de partidos el equipo de Pellegrini sigue empeñado en explorar sus límites y crecen las prestaciones de un equipo que se dio un festín ante el Valencia y regaló una goleada a los más de 43.000 espectadores que se dieron cita en el Benito Villamarín.

El Betis es en estos momentos un cohete lanzado a la parte alta de la clasificación, con el mérito añadido de que combina con Europa los resultados y el fútbol. Otra vez los caminos conducen a la mano de Manuel Pellegrini y su sapiencia para saber manejar los tiempos, rotaciones y claves futbolísticas en favor de su equipo.

Los verdiblancos tienen una y mil formas de matar, de marcar, como se pudo comprobar contra el Valencia. De la pelea de Borja Iglesias sacó oro en el primero para forzar el penalti que transformó; de su determinación y un duro zapatazo hizo el segundo el Panda. Luego el fútbol fluyó y las rápidas y talentosas combinaciones de los Fekir, Canales, Carvalho, Juanmi... engolosinaban al Villamarín.

Claro que si el partido se tuerce, como con el tanto de Gabriel Paulista, el balón parado es otra muestra del amplio repertorio que maneja este Betis y Pezzella hizo el tercero. Ni un ceño fruncido. El cuarto llevó la firma de Juanmi, nada que ver este futbolista con el de temporadas anteriores, que hacía justicia al rendimiento y movilidad del malagueño.

La variedad del Betis y competitividad abren paso a la ilusión a un equipo en estado de gracia que llegará el domingo al Metropolitano lleno de confianza y amenazante ante el Atlético de Madrid. Ese será otro capítulo. De momento los de Pellegrini vencen y convencen. Conectan con la grada que se siente orgullosa de los que defienden su escudo en el verde.

Víctor Ruiz regresó al equipo, después de más de un mes de ausencia por lesión. El central suplió al sancionado Edgar González en una alineación que presentó hasta cinco cambios respecto a la que jugó el domingo contra el Rayo Vallecano. Montoya, Pezzella, William Carvalho y Borja Iglesias fueron las otras novedades del once por el que apostó Pellegrini.

Casi nada más comenzar el Valencia dio un susto con una jugada que acabó con un disparo de Jesús Vázquez al que reaccionó Bravo, con el mérito de que la pelota había sido desviada por Víctor Ruiz (3'). Los visitantes buscaban en ese arranque trabar el partido para impedir la habitual fluidez de balón del Betis. Sin embargo, Borja Iglesias comenzó a virar el escenario.

El Panda peleó un balón largo y provocó el penalti de Alderete, una acción revisada por el VAR. Borja Iglesias engañaba a Cillessen y ponía en ventaja al Betis (13'). Carvalho crecía en el mediocampo y firmaba jugadas en las que era materialmente imposible robarle la pelota. Álex Moreno, recordando al de hace unos días, percutía una y otra vez por su banda.

Cierto es que el Valencia lanzó un nuevo zarpazo que obligó a la intervención de Bravo. Esta vez el rematador fue Marcos Andre (19'). Una excepcional contra bética, con Canales, William Carvalho y un toque de Borja Iglesias, permitió al cántabro plantarse delante de Cillessen que evitó el segundo (21'). Era un vendaval el equipo de Pellegrini. William Carvalho probaba de lejos (23') y Fekir, en una acción marca de la casa, estrellaba un balón en el palo (24').

Todo eso tuvo premio y el Betis marcó el segundo con zapatazo que Borja Iglesias ejecutó desde el borde del área con determinación y que fue desviado por un defensa valencianista (29'). La superioridad futbolística quedaba plasmada en el marcador. No obstante, el partido bajó de ritmo en el cuarto de hora final de la primera parte. Incluso el Valencia recortó distancias con un cabezazo de Gabriel Paulista en el primer palo con el que se generó polémica por el contacto en el área pequeña con Bravo (39').

Descanso

Una indecisión en la zaga del Betis dio la oportunidad a Guedes de efectuar el primer remate que se marchó fuera (46') tras el descanso. La primera ocasión bética del segundo acto fue para Juanmi, tras asistencia de Canales en una acción iniciada desde la otra punta del campo por Bravo. El disparo final del malagueño fue inocente a las manos de Cillessen (50'). 

Aunque no tenía el mismo control de balón del primer tramo del partido, el Betis era intenso en la presión para robar. Fue entonces cuando el cuadro verdiblanco tiró de repertorio y anotó el 3-1 a balón parado. Un córner lanzado por Fekir era cabeceado por Pezzella con toda la intención (61') al fondo de la red. Poco después Guardado entraba por Guido Rodríguez.

El gol elevó aún más el nivel del Betis y el Villamarín disfrutaba. Un pase de 60 metros de Bravo dio a opción a Juanmi que peleó la pelota y batió a Cillessen (67') para colocar el 4-1. El equipo de Pellegrini era un vendaval. Poco después los mismos protagonistas aparecieron, pero esta vez ganó la partida el portero valencianista. Joaquín y Aitor Ruibal suplían a Fekir y a un aplaudido Juanmi.

El dominio era absoluto para el Betis que se imponía en todos los sectores del campo. Hasta si hacía falta aparecía Bravo para tirar de reflejos al cabezazo de Diakhaby (83'). Pellegrini realizaba los dos cambios finales con la entrada de Willian José y Rober por William Carvalho y Borja Iglesias. Todo estaba decidido, aunque los béticos pudieron agrandar el marcador con un remate de Aitor Ruibal (84'). Con olés y felicidad plena en el beticismo se cerró el choque. Suma y sigue.