El tesón de Pepa, fiel al Betis incluso tras fracturarse la cadera: “Yo entro al Villamarín y se me quitan las dolencias”

Pepa García Vaquero es una de tantas hinchas acérrimas del Real Betis. Hasta aquí, nada que pueda sorprendernos. Sin embargo, esta vecina de Pino Montano, sin pretenderlo, es una prueba irrefutable de la fe bética y de su indudable compromiso con las trece barras. Pepa está cerca de cumplir 81 años, vive desde hace tiempo sola, no hace tanto que se rompió la cadera y, aun así, acude todos los domingos al Benito Villamarín.

La historia de Pepa es la de una bética por los cuatro costados a la que sólo dos cosas frenan su visita de rigor al templo verdiblanco. Una, en su momento, los nervios. "Mi marido era bético y empecé a ir con él a los partidos, pero llegó un momento en que dejamos de ir porque yo me ponía demasiado nerviosa", recuerda para ElDesmarque. La otra es actual: la climatología. "Sólo los días de mucha lluvia me impiden ir a ver al Betis. Es la única distracción que tengo, tengo que estar muy mala para no ir", advierte.

Pepa nos cuenta con humor el pique con si médico tras el percance sufrido en su cadera: "Él es sevillista y yo necesitaba una autorización suya para que en el Villamarín me dejaran coger el ascensor en el estadio. Decía que no me la quería dar... pero al final la conseguí".

Al Villamarín la acompaña fielmente otra bética irreductible, Elena Pacheco Sánchez, vecina y amiga de Pepa. A sus 70 años también tiene achaques propios de la edad, pero admiten ambas que "entrando en el Villamarín se quitan todos los dolores. Alaban a Pellegri, que "ha cerrado bocas", cantan la canción de 'Juan Miguel', cuentan mil y un recuerdos en verde y blanco y esperan que su Betis toque plata más pronto que tarde. "Ya no me queda mucho...", se resigna Pepa, embobada mirando las gradas vacías de su otra casa, el Benito Villamarín.