Hambre de Copa

Del deseo a la realidad. Esa ilusión que representa para el Betis y los béticos la Copa del Rey, ese torneo con connotaciones históricas especiales para la entidad, sigue en pie. Y tanto. Cada vez con más fuerza, ya que los heliopolitanos alcanzaron las semifinales, tras vencer con contundencia a la Real Sociedad en el Reale Arena. Otro pasito, otra zancada, para un equipo que ambiciona y tiene hambre.

Las palabras y las intenciones se demuestran con hechos y el discurso previo de los protagonistas se evidenció en el campo. El Betis fue un equipo maduro en el Reale Arena, capaz de minimizar las excelentes virtudes de los vascos que se advertían con razón en la previa. Nadie se acordó durante los 90 minutos de Guido. Los verdiblancos fueron un señor equipo.

Con sus momentos de solidez, con sus momentos de brillantez. Da igual. En las dos versiones el Betis fue mejor que la Real Sociedad y mereció el pase. Luego están los detalles determinantes. Los dos goles de Juanmi evidenciando su primer toque letal en el área. Dos pinceladas, dos muestras más de su repertorio. También el detalle de la descomunal parada de Rui Silva. Clave con un remate de Isak en el inicio de la segunda mitad con 0-1.

Juanmi ya había adelantado al Betis antes con una asistencia tras jugadón de William Carvalho. En el segundo el servicio fue de Álex Moreno, tras un pase en profundidad de élite de Canales. Luego fueron llegando más goles. El de Willian José de penalti y el de Aitor Ruibal en los últimos minutos. Todo funcionó como un reloj para un equipo imparable.

El Betis tiene hambre de Copa y así se mostró. Doce goles en los tres últimos partidos, a cuatro por cita, demuestran la dimensión y el momento de un Betis que fue letal en San Sebastián. Aunó madurez colectiva y talento individual. El de Canales o William Carvalho, también la ambición y un plan, más vigente que nunca, de Manuel Pellegrini. Sello imprescindible.

Edgar fue el elegido por Manuel Pellegrini para actuar en el mediocampo y suplir la ausencia de Guido Rodríguez y otros posibles sustitutos, como Paul y Guardado. Al catalán no le era ajena del todo una posición en la que ya actuó en el Betis antes de ser cedido. Otro de los nombres de la alineación fue el de Sabaly, que fue el lateral derecho titular.

Pese a que los dos equipos salieron al campo con una idea similar, la presión alta del Betis en los primeros compases hizo que el partido se moviera más en el campo realista. Un tiro lejano de Januzaj (2') y un cabezazo cruzado de Carvalho fueron los aperitivos antes del gol de Juanmi (12'), con claro protagonismo para el centrocampista portugués en el origen de la jugada.

Y es que William Carvalho agarró la pelota, la protegió con una de sus jugadas clásicas y, hasta cuando perdió el balón, lo luchó para recuperarlo y servirle el gol a Juanmi. Luego, el toque preciso de cirujano del malagueño y a la red. El Betis armaba especialmente sus ataques por la derecha, donde se encontraban y conectaban Sabaly y Canales.

Cierto es que la Real se estiró con el paso de los minutos y fue sumando más posesión. Oyarzabal probó a Rui Silva (20'). Le Normand estrelló un balón en la cepa del palo con un cabezazo en un córner (27'). Luego llegó el posible penalti a Fekir, que después de ser chequeado en la sala VOR, no fue señalado (33'). También intervino la tecnología en el gol anulado a Januzaj, por previo fuera de juego de Oyarzabal (39').

El Betis echaba en falta más de Fekir y Canales en el tramo final de la primera parte para tener más control de juego. Con todo el francés pudo asestar un segundo golpe, justo antes del descanso, pero su remate en el área fue repelido por Remiro que le achicó espacio y tiempo (44'). Los verdiblancos se metían en la caseta con ventaja.

Segunda parte

Con un paradón impresionante de Rui Silva comenzó la segunda mitad. El portugués se estiró para evitar el gol de Isak cuando todo el estadio lo cantaba (47'). La Real jugaba con más revoluciones. El Betis, desde la pelota, buscaba rebajar el ímpetu local, aunque cuando encontraba espacios salía con rapidez, como en la jugada del gol anulado por fuera de juego a Juanmi, tras tiro previo de William Carvalho (56').

Casi que fue un ensayo porque a la siguiente Juanmi marcó de verdad (56'). Un pase de élite de Canales habilitó al espacio a Álex Moreno que asistió en el área a O Rei. Con la izquierda y a un toque ajustició a Remiro. El 0-2 era un tesoro. El Betis se hacía sólido pese a los intentos locales. Bartra, Víctor Ruiz y Edgar, en el medio, ganaban sus duelos.

Pellegrini movió su primera ficha con la entrada de Willian José, pitado por Anoeta, por Borja Iglesias. Es verdad que la Real apretaba, pero el Betis no concedía ocasiones. Juanmi, en una contra conducida por Fekir y Canales, pudo hacer el tercero pero en esta ocasión Remiro sacó la pelota (75'). Poco después entraba Aitor Ruibal por el bigoleador Juanmi, pitado por la grada.

Un remate de Fekir fue rechazado por Zaldua con la mano y, tras revisión en el VAR, era señalado como penalti. Willian José ejecutaba desde los once metros para poner el 0-3 y terminar de sentenciar (82'). Había más. Aitor Ruibal firmó el cuarto con un balón largo de Víctor Ruiz al espacio. Definición de calidad (87'). Resuelto con el 0-4, ya sólo quedaron los cambios de Joaquín y Rodri, por los magos Canales y Fekir, y un palo de Portu. El Betis se metía por derecho en las semifinales. Licencia para soñar.