Emery pellizca al Betis de Pellegrini del sueño Champions
El Real Betis sigue soñando con la UEFA Champions League, al igual que lo hace con la Copa del Rey y la UEFA Europa League. El derecho a soñar se lo está ganando de sobra y por algo marcha tercero con gran brillantez. No obstante, el de afianzarse aún más en los puestos que dan acceso a la máxima competición continental sufrió este domingo un traspié que podría haberse evitado en la jornada 23ª de LaLiga Santander. El Villarreal CF de Unai Emery pellizcó momentáneamente del sueño a Pellegrini y los suyos en un choque equilibrado donde un error defensivo bético aligeró el trabajo a los castellonenses.
Como la fama, la UEFA Champions League cuesta. Y mucho más si se producen errores garrafales propios de un equipo alevín. El Real Betis ha pagado muy caros esos fallos groseros durante esta temporada (y la pasada) y ante un equipo del nivel del Villarreal CF no pueden cometerse si se quiere salir airoso. Hacía un tiempecito que no se daban, pero volvieron en un partido clave para abrir la brecha con los puestos que ya no dan acceso a Europa y con el propio y emergente Villarreal.
Un fallo de alevines
No se sabe si por indicación del banquillo o por decisión de los jugadores en el momento, el Real Betis consideró oportuno que Canales y Guardado defendieran en un córner a Pau Torres y Albiol, jugadores que les sacan una cabeza y dos, respectivamente. La imagen de los instantes previos al córner llamaba a la inquietud. Y ésta saltó poco después, cuando Canales se quedó clavado en la marca y Guardado casi, y los dos centrales del Villarreal CF casi se tienen que pelear por rematar a placer a dos metros de Rui Silva. Gol, como habría temido cualquier bético, y medio partido regalado.
Esa losa marcó indefectiblemente un encuentro que había estado y siguió marcado por la igualdad entre dos equipos que pelean en las dos últimas campañas por Europa, por la UEFA Champions League o en su defecto por la UEFA Europa League. Demasiadas facilidades para el enemigo en una primera mitad que prácticamente no halló más ocasiones de gol que ésa, por ninguna de las dos partes.
Como quiera que este Betis no se hunde ante ningún cataclismo, la segunda parte los de Pellegrini dieron un paso adelante en pos del partido, arrogándose el dominio y generando mucho más peligro ante el área rival. Las oportunidades en este caso no contaron con la inspiración goleadora habitual y la que pudo haber traído el empate, un penalti decretado por González Fuertes, la anuló él mismo con justicia, con la misma que antes había anulado un gol del Villarreal por fuera de juego previo.
La sentencia de Capoue, el mejor del partido
Cuando mejor estaba ya el conjunto verdiblanco y más se atisbaba en la grada una posible remontada, Capoue, el mejor del partido con bastante diferencia, enmudeció el Benito Villamarín con un derechazo a la escuadra para culminar una contra del Villarreal. No cabe poner muchos peros a un equipo que lleva meses rindiendo por encima de sus posibilidades. Ni pueden arreciar críticas por una derrota que puede producirse y ante un rival que te puede ganar. Si caen cada semana los presupuestos más altos de LaLiga Santander, caerá alguna vez este prodigioso Betis de Pellegrini.
Lo que sí es criticable y estará atormentando muchas horas a los béticos es la forma en que llegó la derrota. Por un fallo pueril y corregible que sigue sin cuadrar en un equipo tan solvente y enrachado. La cosa está en si este bloque seguirá siendo incorregible o hasta eso acabará arreglándolo Manuel Pellegrini. Es el único pero y el único techo de este magnífico Betis.
