Las Trece Barras del Betis en Wuhan, en el Villamarín: "Nos amanece en China viéndolo"
Wuhan fue el epicentro del Covid y de la subsiguiente pandemia mundial. Allí, en todo el centro de China, se han hecho un hueco las Trece Barras del Real Betis de la mano de Pedro Morilla, Roberto Ríos y José Antonio Gordillo. Los tres se criaron deportivamente en la cantera del club bético, para hacer luego carrera en el fútbol, tanto en el césped como en los banquillos. Un año después de unirse como staff técnico y hacer historia ganando la Superliga China con el Wuhan Three Towns, los tres se adentran con ElDesmarque en el Benito Villamarín, el templo de sus memorias y sus sueños.
El pionero de este sucedáneo de peña bética de Wuhan es Pedro Morilla, quien copó las portadas de los medios de comunicación españoles cuando la raíz del virus del Covid emergió en Wuhan. El sevillano había emprendido su aventura china haciéndose cargo de la dirección deportiva de cantera del Wuhan Three Towns y, allá por enero de 2020, fue repatriado junto a otros compañeros al hospital Gómez Ulla de Madrid ante la posibilidad de que estuvieran contagiados del virus incipiente.
Después de mucha inquietud, y mientras avisaba de que el peligro no estaba en ellos sino en los millones de personas que habían salido de China en esos días, el técnico vio la luz al final del túnel de una pesadilla para olvidar. Pasaron los meses y su vuelta a la actividad deportiva en el Wuhan Three Towns le trajo el salto al banquillo del equipo sénior, en ese momento en la segunda categoría del fútbol del país asiático.
Tres béticos en Wuhan
Morilla logró el primer éxito en pocas semanas: ascender a la Superliga China a un equipo con cuatro años de historia y a la sombra del primero de la ciudad, el Wuhan FC. El club confió en él para el debut en la máxima categoría y el sevillano recurrió a dos excompañeros con experiencia en los banquillos y también béticos de corazón: Roberto Ríos, quien respaldara muchas temporadas a Pepe Mel como técnico ayudante, y José Antonio Gordillo, exdirector de la cantera del Real Betis y también extécnico ayudante del Sporting de Gijón.
El trío no ha podido funcionar mejor. Meses después bordaban la historia adjudicándose el título de la Superliga China. Una auténtica barbaridad si se tiene en cuenta la diferencia de presupuestos y la corta experiencia en la élite de un club como el Wuhan Three Towns. La gesta tendría una equivalencia en España si el Intercity, por ejemplo, se proclamara campeón de LaLiga Santander. Algo impensable que estos tres pioneros del Betis en China han certificado con talento, mucho trabajo y el peso de unos valores aprendidos desde pequeños en Heliópolis.
Ahora, con el flamante título de la Superliga China en su currículum, Pedro Morilla, Roberto Ríos y José Antonio Gordillo retornan a la que siempre ha sido su casa, el Benito Villamarín, recordando sus años de futbolistas y de entrenadores mientras preparan el nuevo reto de defender el título del fútbol chino y del debut del Wuhan Three Towns en la Champions de Asia, la máxima competición del balompié asiático.
Amanecer con el Betis en Wuhan
La conexión del Betis en Wuhan se ha hecho fuerte y desde la distancia los tres béticos han vivido al detalle la actualidad de su equipo del alma y disfrutado los éxitos del conjunto que dirige Manuel Pellegrini. Pedro Morilla apunta que "hemos visto casi todos los partidos a pesar de la diferencia horaria. Lo hemos vivido alegrándonos mucho, han sido dos años muy buenos. La final de la Copa del Rey fue a una hora muy tardía allí y vivirlo juntos fue una gran experiencia. Nos amanece con el Betis en Wuhan pero vale la pena".
"Ser bético, y de cuna además, es una forma de vida. El Betis siempre está presente en nuestra vida diaria, porque tenemos el ADN bético. O salen anécdotas e historias de nuestro pasado en el Betis o algo relacionado con la actualidad del equipo", explica el técnico sevillano, abundando en los valores que ha aprendido en el Betis: "Nos enseñaron desde pequeños dos cosas fundamentales: la humildad y competir siempre. Y eso nos lo hemos llevado a China. Nuestro equipo, el Wuhan Three Towns, ha notado ese espíritu desde el primer día. Cualquier partido se puede ganar, todo es posible y si te caes te tienes que levantar rápido".
En ese sentido, Morilla reconoce el paralelismo entre su equipo y el Real Betis actual: "Es verdad que, como el Betis de Pellegrini, no especulamos nunca con el resultado. Y tenemos equilibrio, que es fundamental en el fútbol actual. Al igual que ellos, no salimos a encerrarnos y divertimos al público. Tratamos de hacer un fútbol moderno, atractiva y vertical, y dominando las transiciones". "El Betis lleva ya más de dos años triunfando y nos miramos en ese espejo. Me gusta el estilo de Pellegrini, porque hace lo que el aficionado del Betis demanda, que es jugar bien y al mismo tiempo mostrar garra y coraje", apostilla.
La envidia sana de ver a las familias en La Cartuja
Roberto Ríos fue el único de los tres que llegó a jugar en el primer equipo del Real Betis. El que fuera central, hijo de un mito del beticismo como Eusebio Ríos, recuerda cómo han vivido desde la distancia la trayectoria del Betis la pasada temporada: "Lo vivimos con envidia sana de ver a nuestras familias en el campo viendo al Betis ganar la Copa. Nos cogió de madrugada y lo disfrutamos muchísimo. Seguimos todos los pasos hasta el título. Aunque no pudiéramos vivirlo en directo, fue una maravilla".
Ríos ve también algunas similitudes entre el Wuhan Three Towns y el Betis de Pellegrini: "Somos diferente pero es verdad que contamos con jugadores desequilibrantes en las dos áreas. De hecho, hemos tenido al Zamora chino y al máximo goleador de la Liga. También tenemos gente con buen trato de balón y capacidad para asociarse, como el Betis. La clave nuestra ha sido la estructura defensiva, porque Pedro lo tenía todo estudiado. Los jugadores chinos son buenos técnicamente pero cometen muchas pérdidas y ahí nosotros hemos sido especialmente buenos".
El técnico ha valorado especialmente el trabajo del Betis en los últimos años por la situación en la que se encontraba cuando él estaba en el banquillo con Pepe Mel: "Cuando entramos nosotros en 2010 había un administrador. Había una liada gorda y no había dinero para nada. Ahora el club está bien y el proyecto está consolidado". También recuerda los éxitos cosechados con el Betis, especialmente el ascenso logrado en Burgos: "Cuando venimos al Villamarín, todavía retumban en la explanada los gritos del ascenso de Burgos. Es la voz de la familia contenta".
Pellegrini y lo que demanda el aficionado del Betis
José Antonio Gordillo rebosa beticismo por los cuatro costados. Desde su Morón natal se vino a Sevilla para integrar los escalafones inferiores del Betis, al que volvió luego como técnico para precisamente dirigir la cantera. Los valores inculcados por el club resultan fundamentales para él: "Competir y ser siempre un equipo. Y trabajo, mucho trabajo. Eso es lo que nos han inculcado aquí y nosotros lo hemos trasladado al Wuhan Three Towns. También ser un equipo atractivo con el balón y sólido atrás. Es lo que hemos aprendido los tres en el Betis y se ve reflejado en nuestro equipo".
El responsable de scouting del staff técnico del club chino reconoce igualmente la gran vivencia de los éxitos del Betis desde la distancia: "Nos levantábamos a la hora que fuera y lo veíamos juntos, aunque luego hubiera que volver al trabajo sin descanso. Nos amanece muchas veces allí con el Betis". Sobre Pellegrini, otorga mucho mérito a lo que está consiguiendo el chileno: "Ha logrado identificar el modelo de juego del equipo con lo que demanda el aficionado bético. Es un fútbol atractivo, con capacidad de generar mucho ofensivamente, pero también sólido en defensa. Al bético le gusta que su equipo pelee hasta el último segundo".
La figura de Joaquín y el sueño de entrenar al Betis
Los tres auguran más fútbol aún en las botas de Joaquín, una figura esencial en el Betis con el que todos han coincidido de una u otra forma: "Físicamente está bien y parece que se ve con capacidad de jugar más. Tiene que ser él quien decida cuándo se retira", apunta José Antonio Gordillo. Roberto Ríos considera que "es un privilegiado, un superdotado físicamente que durará lo que él quiera. Ha demostrado que es un fenómeno, un icono. En el vestuario siempre es necesaria una figura como la suya, porque las alegrías se dan en el fútbol, pero no es fácil encontrar a quien sabe recuperar el ánimo de la gente cuando vienen las malas".
Pedro Morilla, quien empezara con nueve años en el Betis dando sus primeras patadas al balón en la antigua Puerta 19, alberga el sueño de entrenar algún día al club de sus amores aunque sea difícil de momento: "Es un sueño que está ahí, no lo niego, porque para mí sería lo más grande. Creo que soñar está bien y los sueños no podemos nunca verlos como algo inalcanzable. Hay que trabajar mucho para mantenerlos y poder perseguirlos".
Roberto Ríos también tiene sitio en la mente para ese sueño: "Nunca se sabe. Es mi casa. Cuando el club estime que puedo ayudar ahí estaré, como lo he hecho siempre". José Antonio Gordillo, por el contrario, ni se lo plantea de momento: "Personalmente lo veo lejos ahora mismo. Lo que hemos hecho con el Wuhan Three Towns es muy difícil y bonito. Sólo pienso en seguir creciendo como grupo técnico, porque es verdad que a ilusión no nos gana nadie".
Tras visitar el Villamarín de la mano de ElDesmarque y relatar su increíble experiencia de ganar un título de la Superliga China, como hicieran Lippi o el propio Pellegrini; Morilla, Ríos y Gordillo ya están en el país asiático preparando la próxima temporada y mirando de reojo al Betis. Porque las Trece Barras las llevan en el corazón. En Sevilla o en Wuhan.