El primer día de Pablo Busto: debuta y se vuelve loco en el gol
-
Betis - Granada: resumen, goles y análisis del partido
-
Llegó a la cantera con 7 años
-
Ha jugado en todas las categorías menos prebenjamín
La cantera volvió a demostrar que está cuando más se le necesita. La lesión de Aitor Ruibal -otra más para el Real Betis- permitió a Pablo Busto cumplir el deseo que siempre soñó. Por el que trabajó desde pequeñito. Y no ha sido fácil. Sin Héctor Bellerín, aún convaleciente de su esguince de tobillo, y sin Sabaly, en la Copa África, Manuel Pellegrini se vio obligado a completar su convocatoria con una nutrida camada de canteranos. Con solo cuatro profesionales en el banquillo, el técnico tiró de los más jóvenes. Y estos, como viene siendo costumbre, no le fallaron.
Aunque entró algo nervioso -lo normal cuando debutas en la élite- Pablo Busto se mostró con personalidad. Contuvo las pocas arremetidas que el Granada intentó al contragolpe y se mostró voluntarioso en coberturas ofensivas, aunque si llegar a línea de fondo. El escenario y lo que se jugaba el Real Betis quizás le contuvieron un poco, pero cumplió con nota en su debut. Y celebró como un ultra más el gol de Isco Alarcón.
Pablo Busto, toda una vida en verdiblanco
En las imágenes se puede ver cómo Pablo Busto llega corriendo desde atrás para celebrar, con un salto tremendo y por encima de sus compañeros, el gol que a la postre daría la victoria al Real Betis. Un futbolista que sabe muy bien lo que es sentir, y vivir, en verdiblanco. Ha pasado por todas las categorías inferiores del club excepto por prebenjamines.
Pablo Busto llegó a la cantera con solo 7 añitos. Se enroló en las filas del Benjamín D y desde entonces ha ido quemando etapas hasta su debut. Recientemente renovado hasta 2025, el pasado curso alternó el División de Honor con el filial, del que ya es jugador a todos los efectos este año. "Llevo desde los 7 años soñando con debutar con el primer equipo en nuestro estadio y con nuestra gente, a ver si con trabajo podemos cumplirlo", dijo hace solo seis meses. Ya es realidad.