El paradigma de la temporada del Betis

Poco o mucho. El tiempo dirá el valor del punto conseguido por el Real Betis en el Estadio de Gran Canaria ante Las Palmas. Una accidentada tarde para los verdiblancos, que vieron como su eje crucial de su equipo se resquebrajaba con las lesiones de Guido Rodríguez e Isco Alarcón, que se sumaban a la ausencia de Germán Pezzella. El paradigma de la temporada.

El Betis tenía en su mano con una victoria el sellar definitivamente su presencia en Europa la temporada que viene. Sin embargo, no todo salió según el plan previsto. Demasiados inconvenientes no esperados y un partido loco, sin demasiado control, en parte también por las propias necesidades de los canarios que llegaban con el agua al cuello.

Porque pudo ganar y pudo perder. Véase como ejemplos las ocasiones finales de Abde por los béticos y Pejiño por los canarios. Dos situaciones que se repitieron durante buena parte del partido, especialmente en la segunda parte. Sin demasiado control en el mediocampo, sin Guido ni Isco, el partido se abrió hasta poder romperse.

Las lesiones han sido una constante en el Betis durante todo el año. Una situación llamativa, sobre la que también tendrá que analizarse, y que nuevamente apareció en escena en la antepenúltima jornada de la temporada. Ni en esas se libró el cuadro bético que, lo que parecía un partido propicio en principio, quedó condicionado con las fuerzas más igualadas.

Y eso que el Betis se había adelantado con el gol en propia puerta de Mika Márbol. Claro que sin Isco nada es igual. Empató Las Palmas con el gol de Álex Suárez y, aunque nuevamente Ayoze Pérez marcó el camino con un nuevo tanto, Moleiro volvió a empatar. También se repite esta temporada cierta dificultad para aprovechar ventajas en el marcador.

El buen hacer Rui Silva, el paso adelante de Abner, hasta que se quedó enganchado en el 2-2, la aportación de Ayoze o el rato final de Rodri no fueron suficientes. Podrá decir también el Betis, con razón, que pudo señalarse penalti por una mano de Álex Suárez en un lanzamiento de falta de Fekir, que volvió a mostrar que no está en su mejor tono.

El caso es que el empate deja en el aire la certificación matemática de la clasificación para Europa. Un último paso que los verdiblancos no pudieron dar y ahora esperan hacerlo en tres días contra la Real Sociedad. Antes, eso sí, queda hacer recuento, como en casi toda la temporada, y echar un ojo a la enfermería y a los jugadores disponibles.