Las estadísticas dan un pequeño respiro al Betis
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El Betis ganó 13 de los 20 partidos oficiales al Alavés
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El curso pasado empataron a cero
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El enfado de los aficionados del Betis tras la eliminación de la Copa del Rey: "Es una vergüenza, el equipo se ha caído"
El Real Betis recibe al Alavés cargado de urgencias. Los de Manuel Pellegrini llegan en una crisis sin precedentes, habiendo cerrado la peor primera vuelta con el Ingeniero en el banquillo, tras perder con dos colistas como Valencia y Valladolid, fracaso que se agrandó aún más después de la goleada sufrida en la Copa del Rey. Aun así, los precedentes invitan a la esperanca. Y es que los verdiblancos han ganado 13 de los 20 partidos oficiales que ha disputado como local ante el conjunto babazorro, que sólo ha sumado en esta serie tres empates y cuatro victorias.
Los precedentes sonríen al Betis
Los béticos salieron triunfadores de las ocho primeras visitas del Alavés, entre 1929 y 1999. Tardaron casi un siglo en conceder su primera derrota. Fue en el año 2000, cuando el Alavés se impuso por la mínima en el Benito Villamarín gracias a un gol de Meho Kodro.
Durante este siglo, el equipo vitoriano ha vencido a domicilio al Betis en otras tres ocasiones, frente a las cuatro derrotas cosechadas, la última de ellas hace dos campañas (3-2), cuando Joselu y Édgar Méndez lo adelantaron pero remontaron los andaluces con un doblete de Borja Iglesias y un gol de Joaquín.
El precedente de la pasada temporada se saldó con un empate a cero, que fue sólo la tercera igualada de la serie tras las registradas en campaña 2002/03 (2-2), cuando marcaron para el Betis Fernando y Joaquín e hicieron los tantos visitantes Magno y Turiel, y el 1-1 (goles de Lo Celso y Maripán) de la temporada 18/19.
Uno de los marcadores más amplios logrados por el Betis en su historia -sólo cinco veces ha obtenido más de seis goles de ventaja en encuentro oficial- fue el 6-0 que le endosó al Alavés en la promoción a Primera de 1956, gracias a los dobletes de Sobrado y Cela, al tanto de Botella y al gol en propia meta de Eguskiza.
