El notario del gol
Dar fe. Eso es justamente lo que hace Jovic cuando el balón merodea el área rival. Dar fe de que si este le llega a él, la jugada terminará en gol. Además, Luka sabe jugar, conoce –y lo ha demostrado- los movimientos de un delantero centro, de un rematador que, en muchas ocasiones, tiene que buscarse la vida para encontrar el espacio y la posibilidad del remate. Pero insistiendo en ello, es capaz de bajar, iniciar la jugada de ataque y finalizarla.
Todo ello ha llevado al Real Madrid a acometer su fichaje, aunque lo más llamativo han sido sus cifras goleadoras esta temporada. Y es que se ha dado un festín. El serbio, como haría un buen notario, ha estampado su firma hasta en 27 ocasiones, destapándose como un gran goleador en una liga importante y competitiva como la Bundesliga y en la Europa League. Transmite esas sensaciones de peligro constante y de voracidad sin límites.
Luka Jovic (Bijeljina, Bosnia y Herzegovina; 23 de diciembre de 1997) es un delantero centro que mezcla características clásicas con otras modernas. Y que, con el tiempo, las está traduciendo en la figura de un ariete. Entre otras cosas, porque es un jugador aún por definir dada su corta edad. Su irrupción en la élite es tan actual que sólo cuenta con un año de vida, por lo tanto está en plena progresión de sus cualidades.
Lo que el Real Madrid busca en él es lo que ha echado de menos en muchas ocasiones en el curso recién finalizado: el gol. Jovic ha caracterizado su temporada en el Eintracht por ser un rematador espectacular. Porque ha hecho goles de todos los colores, pero un gran porcentaje de ellos han sido al primer toque. No necesita controlar, hacer un regate o acomodarse el balón para disparar con su mejor pie (es ambidiestro). Remata sin pensar pero consciente.
El estilo del conjunto alemán ha sido importante. Le ha hecho explotar sus mejores cualidades y le ha permitido sacar aquellas más ocultas. Ha sido clave en los buenos resultados de curso y en ese ritmo alto y ofensivo que impone el equipo de Adi Hütter. Ahí Jovic se ha sentado en su despacho y se ha convertido en uno de los mejores delanteros de Europa. Y en la idea de Zidane encaja como anillo al dedo.
¿Jugar con Benzema?
La respuesta es evidente: sí. Karim Benzema y Luka Jovic pueden y deben jugar juntos. Son perfectamente compatibles tanto por sus características técnicas como físicas. Porque el serbio es un futbolista fuerte. Ha desarrollado un tren inferior potente que le permite ir al choque y ganar duelos con centrales, a priori, de más envergadura.
Benzema puede abrir líneas de pase, puede arrastrar defensas y puede ser un socio perfecto. E incluso cambiándose los papeles, aunque esto creo que se verá en menor medida. Luka tiene la capacidad para aprovechar ese trabajo del galo y decidir en el área. Ya sea en estático o a campo abierto. Pese a no ser un jugador muy veloz, también va bien al espacio y sabe utilizar el cuerpo y proteger el tesoro.
Con su fichaje, el Real Madrid busca gol, busca hambre y busca talento. Un notario de 21 años que acaba de aterrizar para escribir documentos importantes en Chamartín y dar fe de títulos y triunfos. Un notario del gol.
