Toni Kroos se convirtió en uno de los grandes protagonistas del triunfo del Real Madrid ante el Celta de Vigo. El alemán cuajó un gran partido y mostró su mejor nivel a pesar de las críticas recibidas en los últimos meses. Pero su encuentro se redondeó en la segunda mitad, cuando marcó un auténtico golazo ante la portería de Rubén Blanco.
Con 0-1 en el marcador, Luka Modric acababa de ser expulsado y Thibaut Courtois evitaba el empate del Celta de Vigo, que apretaba en busca del empate. Fue entonces cuando Kroos cogió su fusil: desde 20 metros, sacó un derechazo impecable que tocó en el larguero, botó dentro y acabó en la red del Celta de Vigo. El 0-2 sirvió al Real Madrid para vivir el partido con más tranquilidad y asegurar un triunfo que acabó 1-3.