Karim Benzema temía por su puesto cuando le dijeron que el Real Madrid iba a acudir al mercado de fichajes para cerrar el fichaje de un delantero centro. Por ello, habló personalmente con Zinedine Zidane para convencerle del perfil de jugador que necesitaban para ocupar ese puesto.
Y utilizó los argumentos ya conocidos por todos. Le demostró que él era una garantía de cara a puerta y no necesitaban alguien para competir por la titularidad, si no para complementarle. Y también aseguró que necesitaban a alguien joven, que pudiera quedarse con su puesto en unos tres o cuatro años, cuando el galo ya estuviera en sus últimos años como profesional.
Por último, también le aseguró que era más necesario invertir tanto dinero en la defensa o el centro del campo, dos posiciones mucho más mermadas. Y ‘Zizou’ cayó en su trampa y le dijo a Florentino Pérez que el ‘9’ que quería era Luka Jovic, protagonista de una gran temporada en el Eintracht Frankfurt, y de solo 21 años.
60 millones de euros pagaron por el serbio, una apuesta importante pero no inasumible. Algo de lo que en el Santiago Bernabéu ya se arrepienten. No deberían de haber hecho caso al ex del Olympique de Lyon, pues se han encontrado con un jugador que no aporta un salto de calidad en la plantilla.
Ahora, deberán de comerse el marrón durante el resto de la temporada y cargar con un jugador como Jovic, que aún no ha marcado, ni siquiera en amistosos. Y Benzema, tan tranquilo, sabiendo que su cabeza no corre peligro.
Pero Zidane no solo tiene a Jovic en el banquillo. Mariano Díaz también puede jugar como ‘9’, pero sus opciones de ser titular son aún más reducidas, pues no tiene espacio.
Otro peso muerto.