Ni están ni se les espera: Zinedine Zidane ya no cuenta con ellos
El Real Madrid cerró la preparación de la visita al SD Eibar con su último entrenamiento semanal sin Gareth Bale ni James Rodríguez, que seguirán de baja con su club antes de incorporarse a las selecciones de Gales y Colombia, respectivamente y estarán a las órdenes de Zidane en Ipurúa.
James realizó carrera continua sobre el césped en el campo de entrenamiento y a Bale ni se le vio, de nuevo recluido en el interior de las instalaciones tras probarse esta semana con trabajo de campo pero acabarla sin salir del gimnasio.
Pese a que los dos jugadores siguen de baja con el Real Madrid y no podrán jugar en Ipurua, han sido convocados por sus selecciones y viajarán. Zinedine Zidane no cuenta con ellos para medirse al Eibar, partido que se pierden por lesión Marcelo, Marco Asensio y Nacho Fernández, que ya realiza trabajo de campo en solitario.
El brasileño Marcelo se sometió a pruebas médicas para conocer el alcance exacto de la lesión que sufrió el pasado miércoles en Liga de Campeones frente al Galatasaray.
La principal novedad de la mañana en la ciudad deportiva de Valdebebas fue la presencia del lateral del Castilla Fran García, en una mañana que los jugadores madridistas iniciaron con los habituales rondos ante la presencia de los medios antes de completar a puerta cerrada un circuito físico y disputar partidos en espacios reducidos.
Zidane asiste a la caída libre de Bale
La situación de Gareth Bale en el Real Madrid pasa por uno de sus momentos más delicados. El futuro del galés no está nada claro. Vive en una continúa polémica con el club blanco y todos los focos apuntan a una posible salida en el mercado de fichajes de invierno.
A todo ello se suma que su valor en el mercado ha bajado de una forma abismal en los últimos meses. Según Transfermarkt, el precio del galés subió de los 70 millones de euros a los 90 millones en dos meses durante el año 2018, justo después de marcar el doblete en la final ante el Liverpool.
Pero este año su situación ha sufrido un cambio radical. En poco más de un año, el galés ha pasado de tener un valor de 90 millones de euros a 60 millones.