Modric. Bale. Courtois: las tres claves del Real Madrid de Zidane
El Real Madrid remontó a la Real Sociedad para mantenerse en cabeza de LaLiga Santander junto al Barcelona gracias al resurgir de Luka Modric, con dos asistencias y un gol, en una noche para el recuerdo por la reacción del madridismo contra Gareth Bale y en la que Thibaut Courtois cerró su mejor racha de imbatibilidad pese a encajar un tanto tempranero.
Las claves de la remontada del Real Madrid son:
1. El resurgir de Modric.
Se rebela el Balón de Oro a un rol de secundario y en cuanto recibe continuidad muestra el nivel que aún puede aportar al Real Madrid para subir la competencia a un centro del campo que pedía refuerzos.
Su actuación fue clave en la reacción madridista. De sus botas surgió el primer tanto de estrategia con una falta lateral y su segunda asistencia llegó al dejar a Valverde un balón franco al borde del área para su golpeo.
Después de superar una lesión que le cortó el ritmo, el croata demostró que está en condiciones de pelear la titularidad a una media que parecía asentada con Casemiro, Kroos y Valverde. Su mejor partido de la temporada lo cerró con un gran zurdazo que puso el broche a un encuentro de firmeza madridista ante un rival de entidad.
2. El madridismo da la espalda a Bale.
Su larga ausencia por una lesión de la que no hubo parte médico ni información que pudiese dar Zidane. Lesionarse con su selección y forzar para reaparecer con Gales sin tener un minuto con su club ni entrenar un solo día con el grupo. Posar entre carcajadas con la bandera de la polémica que la afición consideró la falta de respeto definitiva.
Se esperaba un juicio a Bale en su vuelta, pero pocos podían esperar una respuesta tan cruda de su afición. Minutos de una pitada histórica que no se recuerda a ningún futbolista que vistiese la camiseta del Real Madrid, y unos cuantos han sufrido la ira de una afición exigente que en el caso del galés ya ha perdido la paciencia tras numerosas idas y venidas.
El jugador respondió bien en el terreno de juego. Logró aislarse y ser protagonista en un partido al que entró cuando ya estaba roto, con espacios para explotar su velocidad. Mostró que está totalmente recuperado y el Real Madrid necesita su mejor versión para aspirar a títulos.
3. El récord de Thibaut Courtois.
Se rompió su buena racha, la mejor desde que es portero del Real Madrid, pero acabó con buen sabor de boca, sintiéndose protagonista en la victoria con paradas claves. Sacó un mano a mano a William José con 0-1 en el marcador, después de haber sufrido el exceso de confianza de Sergio Ramos con un error en la cesión al portero a los dos minutos de partido.
Le servía uno para superar la mejor marca de Keylor Navas en el club y establecer un nuevo registro personal sin encajar en el conjunto madridista. Metido todo el partido sacó todo lo que le dispararon en su mejor momento desde que llegó, sin debates en la portería ni dudas en torno a su figura.
4. La fuerza de los laterales
En la buena imagen dejada por el equipo de Zinedine Zidane, confirmando el fútbol que dejó en la goleada de Ipurua para levantar el resultado ante una Real Sociedad a la que desgastó físicamente, hubo un despliegue físico sobresaliente de sus laterales por las dos bandas.
El derroche de casta de Dani Carvajal, presente en ataque y en acciones defensivas para reaccionar a un mal inicio ante Oyarzabal y acabar imponiéndose. Y la fortaleza de Ferland Mendy, poniendo muy cara la titularidad a Marcelo. Recorrió más kilómetros que nadie con continua presencia ofensiva, mostrando que maneja la pierna derecha con un buen centro y un disparo con el que acarició el gol. Los goles madridistas surgieron de acciones por las bandas.
5. Hazard disfruta; Benzema al mando.
Referente absoluto del Real Madrid en la punta de ataque, Karim Benzema, mostró lo que ocurre cuando un futbolista rebosa confianza. Un goleador marca con cualquier recurso e inventó un remate con el hombro con el que cambió el rumbo del partido, clave para la posterior remontada.
El Santiago Bernabéu ya disfruta con Eden Hazard. El futbolista ya está acoplado al fútbol español y a su nuevo equipo. Se le ve disfrutar y lo contagia. Solo le falta el gol pero ya va sobrado de confianza para encarar rivales tras recuperar su verdadera identidad con una clara mejoría física. Desequilibró en todo momento y dejó transiciones repletas de calidad y gestos técnicos que levantaron ovaciones de una grada que espera mucho del belga.