Sergio Ramos paga el pato en el PSG y le quieren fuera un año después de dejar el Real Madrid
No le está yendo nada bien a Sergio Ramos su aventura en el PSG tras dejar el pasado verano el Real Madrid 16 años después. El central español fue silbado por su propia afición en el partido ante el Lorient en el que regresaba de nuevo tras su última lesión que le ha tenido más de dos meses fuera de los terrenos de juego.
En esta ocasión, los ultras del PSG decidieron mostrar su malestar con silencio y el Parque de los Príncipes no escuchó sus habituales cánticos de apoyo.
VÍDEO | 🤦🏻♂️🇪🇸 Sergio Ramos sale de su lesión y se lleva una pitada de su afición: silbado cada vez que tocaba el balón 🤯https://t.co/8ztoQKEuMj
— Deportes Cuatro (@DeportesCuatro) April 4, 2022
Pero a golpe de genialidad, Mbappé fue quebrando el silencio y los aplausos pronto dieron paso a los "¡Kylian, Kylian!", que poblaron la grada.
El delantero es la excepción, porque los hinchas no fueron tan generosos con Neymar, que firmó otro doblete, ni con Lionel Messi, que se apuntó a la goleada.
Peor aún, el enfado todavía reinante se lo cobraron con el técnico, Mauricio Pochettino, muy silbado en el anuncio de la alineación; y con Sergio Ramos, que entró en el minuto 72 para participar en su sexto partido de la temporada y escuchó abucheos al ingresar en el terreno de juego, y cada vez que tocó el balón.
El exmadridista simboliza, a ojos del aficionado, la mala planificación deportiva del club. Las lesiones que ha sufrido a lo largo de la temporada, que le han impedido tener continuidad, han cortado todo intento de defenderse en el terreno de juego.
El aficionado parisiense no se resigna a ver que su futuro inmediato pasa por perder a la estrella que adora y quedarse con un veterano al que reprochan haber llegado a París en busca de un retiro dorado.
El club, mientras, parece todavía bajo la conmoción que supuso la eliminación europea y nadie sabe cuánta profundidad tendrá la renovación que se anuncia para el año próximo.
Si Pochettino parece estar sentenciado, la suerte del director deportivo, Leonardo, es más incierta.
Todo parece suspendido a la decisión de Mbappé, que tiene sobre su mesa una enorme oferta económica de los dueños del PSG y todas las facilidades para seguir. De él, depende que siga el sueño parisiense.