El milagro de Courtois de cada día para impedir que Cucurella cambie el partido
El Real Madrid ganó 0-2 al Chelsea para meterse en semifinales de Champions y, aunque Rodrygo fuera el héroe con sus dos goles, de nuevo la victoria tiene el sello de Thibaut Courtois. Como en la ida, antes del descanso el belga cambió el partido con lo que parecía un gol cantado de Marc Cucurella.
En la ida le negó el gol a Sterling y esta vez le tocó al carrilero español. Y eso que Cucurella tuvo tiempo de prepararse la pelota tras controlar un balón suelto en el área pero fue Thibaut el que lo aprovechó. Courtois se lanzó con todo y sacó una mano prodigiosa que llevó el partido igualado al descanso antes de los dos tantos.