Toni Kroos y su sorprendente tranquilidad tras otra noche mágica en el Bernabéu
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El Real Madrid lo volvió a hacer. Anoche se vivió una nueva noche mágica en el Santiago Bernabéu, uno de esos momentos que solo el templo madridista permite contemplar. El conjunto de Carlo Ancelotti remontó en apenas tres minutos al Bayern de Múnich para plantarse en la final de la Champions League. La salida de los protagonistas del estadio fue, desde luego, una auténtica fiesta para todos los madridistas que se agolpaban a las puertas del céntrico coliseo madrileño. La imagen de Toni Kroos abandonando el Bernabéu, en el vídeo que encabeza esta noticia.
La felicidad –e incluso incredulidad ante un episodio más de hechicería merengue– reinaban en los coches de los componentes de la plantilla del Real Madrid.
Los futbolistas sabían la ilusión que se respiraba entre su afición y fueron varios los que animaron a los hinchas que les despedían con pitidos y saludos desde sus vehículos. Aunque, llegados a este punto, a algunos ni siquiera les hace falta alentar a la afición para salir como auténticos héroes por las calles aledañas al Bernabéu.
Este fue el caso de Toni Kroos. El centrocampista, en una nueva demostración de su frialdad germánica, abandonó el estadio con absoluta tranquilidad al volante de su coche. Su hijo iba de copiloto y cuando asomaron por la rampa de salida del garaje parecían ir comentando lo que había ocurrido dentro del terreno de juego.
A juzgar por las imágenes, también tuvieron tiempo para charlar sobre los momentos que estaban viviendo en las inmediaciones de la casa blanca. Leo Kroos, el mayor de los tres pequeños, no dejaba de estar sorprendido ante el tremendo ambiente que se vivía cerca de la Plaza Sagrados Corazones. Pero su padre, acostumbrado ya a este tipo de noches, la vivió como una más.
El futuro de Toni Kroos en (el Real) Madrid
Pasada la hora de partido, Carlo Ancelotti decidió sustituir al mediocentro germano en el que, quién sabe, podría ser su último partido de la competición europea en el Santiago Bernabéu.
Luka Modric entró al terreno de juego por Kroos justo después del gol del Bayern de Múnich y a pesar de la urgencia por efectuar el relevo, el madridismo respetó a una leyenda como Kroos y le regaló un emotivo aplauso. Él respondió de la misma manera para agradecer el gesto, lo que deslizó que, efectivamente, podría ser la última vez que saludaba a los hinchas blancos en un encuentro de Champions en casa.
Pero aún hubo más. Y es que minutos después de que acabase el partido, el alemán no entró al vestuario junto a sus compañeros para festejar la clasificación, sino que se quedó admirando el estadio ya vacío. Una estampa a la que poco más tarde se unieron su mujer y sus hijos. El lenguaje corporal del ‘8’ blanco daban a entender lo que ningún madridista quiere que sea real, su despedida.
Lo que parece claro es que se retire o no el próximo verano, Kroos va a seguir en Madrid. Tanto él como los suyos están completamente enamorados de la capital de España. En ella tienen su vida más que asentada e incluso, próximamente, va a arrancar un nuevo negocio para el deportista, que ha fundado recientemente su propio equipo de fútbol base.