El Oviedo no remata al Langreo
Adrián Torre se ha ganado a pulso el título de pesadilla para el Oviedo en esta temporada. El portero del Langreo completó un partido espectacular en la primera vuelta y en el Carlos Tartiere repitió una gran actuación que tapó todos los remates de los azules que hicieron méritos para ganar pero se tuvieron que conformar con un empate.
El buen resultado de la semana anterior sirvió para que Sergio Egea diese continuidad a la alineación que venció en Villaviciosa y eso supuso que Dioni arrancase el encuentro en el banquillo y Omgba como titular, algo que no había sucedido en los últimos encuentros en casa.
Raúl González también buscó sus opciones y varió los planes previstos. Por obligación en el lateral izquierdo entró Robi y en la zona de ataque Robert y Nacho Calvillo entraron en el once titular.
La puesta en escena de los langreanos fue ambiciosa. El equipo adelantó la línea de presión y se fue a buscar al Oviedo que se mostró un tanto sorprendido en el inicio del choque. Los azules no tenían la posesión de otras veces y menos aún la llegada al área.
Las recuperaciones de los visitantes tenían falta de profundidad, pero lograron sembrar alguna duda en un balón peinado por Calvillo que a punto estuvo de sorprender a Esteban.
Como suele ser habitual, el paso de los minutos fue haciendo mella en el trabajo defensivo del rival y el Oviedo comenzó a acumular posesión y los espacios aparecían con más facilidad. El problema fue la falta de precisión. En dos ocasiones Linares cayó en fuera de juego y en otras tantas David Fernández, disfrazado de delantero, no estuvo certero en el remate.
La llegada del descanso y el arranque del segundo acto anunciaba un cambio en las intenciones de ambos equipos. El Langreo dio un paso atrás, consciente de que estaba más cerca del premio de puntuar en el campo del líder y el Oviedo hizo lo contrario, dando el mismo paso al frente.
El partido se jugó sólo en el campo de los langreanos que no tenían apenas la posesión del balón y se entregaron por completo a las tareas defensivas como única misión. La apuesta era arriesgada contra un equipo con tantos recursos pero les salió bien.
El Oviedo ya mandaba por completo en el juego y la ocasiones empezaron a llegar. Dioni filtro un pase a Linares y el mano a mano del pichichi con Adrián Torre acabó con el cuero en la cara del portero y el balón en el córner. La otra gran ocasión estuvo en las botas de Borja Valle que se hizo con un balón en la frontal y disparó con la derecha para que Torre volviese a atrapar.
En cada balón colgado al área, Adrián torre supo salir para conjurar el peligro y reforzar el trabajo de sus compañeros. La acumulación de delanteros no sirvió para crear más ocasiones y el pitido final dejó una sensación extraña de tranquilidad por los méritos hechos y otra de desazón por no ampliar la ventaja con respecto al Murcia.
El duelo del próximo sábado en La Condomina puede ser la sentencia definitiva para el título o la último opción para el Murcia para pelear el primer puesto.