Tres goles de Abdón eliminan a un Real Oviedo de orgullo, valor y garra
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El Real Oviedo da un recital de coraje y esfuerzo ante su gente aunque no pudo pasar de ronda ante un CD Mirandés al que clasificaron los tres goles de Abdón. Los de Miranda de Ebro se clasifican pero el vencedor moral del partido fue sin duda un Real Oviedo que jugó en inferioridad gran parte de partido y fue mejor que los visitantes en la segunda parte y la prórroga. Los hombres de Sergio Egea se desfondaron y jugaron mejor con todo en contra, momento en que la afición se volcó con el equipo y reconoció en todo momento el esfuerzo de la plantilla, que merecieron ganar pero los palos y el portero rival, lo impidieron.
Cuando tan sólo llevaban tres minutos de juego el Carlos Tartiere se quedó helado con el gol en contra del Mirandés. Los burgaleses se adelantaban en el marcador tras un robo de balón que acaba con un disparo bombeado de Abdón, que ejecutó rápido al ver adelantado a Miño y envió el balón al fondo de las mallas.
Los rojillos dominaron el juego desde un inicio y su presión en el centro del campo hizo que el Oviedo no diera con la forma de crear y salir con el balón jugado. Los de Sergio Egea cedieron la pelota y las ocasiones a los visitantes, que, pese a los intentos por llegar al área del Oviedo, acumularon más ocasiones en área contraria en los primeros veinte minutos de partido.
El Oviedo se lanzó a por el empate con su apuesta por el 4-4-2 en el que Bedia y Aguirre ocuparon las bandas y Font y Cristian Rivera eran los encargados de mover el balón en mediocampo. Linares y Cervero fueron los encargados de recepcionar en el área e intentar meter gente atrás en un sistema, el del CD Mirandés, con una línea de tres defensas.
El Oviedo ganó metros, pero el CD Mirandés solventó los intentos azules con cierta facilidad. Un tiro de Aguirre que bloca el portero, y una ocasión de Cervero, que a punto estuvo de rebañar en área pequeña un balón al que acaba llegando de nuevo Raúl para despejar, fueron las ocasiones más claras. Por contra, el conjunto burgalés se cargó de tarjetas en la primera media hora de juego por faltas y alguna pérdida de tiempo, acumulando hasta tres jugadores amonestados en menos de diez minutos, tiempo que coincidió con los mejores momentos del Real Oviedo hasta entonces.
Los de Terrazas sorprendieron con el 3-3-3-1, que lejos de dejar desamaparada a la defensa, pobló el centro del campo de una primera línea de defensa que hizo muy dificil la creación para el conjunto azul.
El Oviedo intentó aprovechar el balón parado, y la estrategia a punto estuvo de dar sus frutos, pero el saque rápido de Bedia a Font acabó en un centro al área que atrapó Raúl en vez de ver remate a puerta. Pese al avance azul, el CD Mirandés, mejor colocado, se hizo con casi todos los balones y rechaces en el centro del campo, por lo que los robos de balón hicieron que el propio Abdon y Álex García probaran suerte rematando a puerta. Carnicer fue el artífice de la mayor parte de los centros, que no acabaron de encontrar un rematador certero pero sembraron la duda en el área azul.
El Oviedo la tuvo en la última jugada de la primera parte, pero el centro de Fernández desde la derecha resultó demasiado fuerte y no llegaron a rematar la jugada ni Cervero ni Linares. La mejor noticia para los de Sergio Egea fue llegar al descanso con el cero a uno en el marcador, tras una primera parte mucho mejor trabajada por el CD Mirandés.
El equipo local salió con atino en el inicio de la segunda parte y pudo anotar en una jugada personal de Aguirre, que regatea a dos rivales y pone un centro que no encuentra rematador, pero transcurridos tan sólo seis minutos desde la reanudación el Real Oviedo se quedó con uno menos por la expulsión de Bautista, que vio la segunda amarilla al pedir la amarilla para un rival en una falta cometida sobre el propio lateral.
Ocasiones para el mirandés, remate de cabeza de Álex Ortiz a centro de Abdon, libre de marca y en el área, que atrapa Miño. Ambos entrenadores movieron banquillo y Egea introdujo artillería pesada en el campo dando entrada a Hervías y a Koné, este último muy acertado desde un inicio y que deleitó a la grada, apagada hasta entonces, con un recital de regates y pases en profundidad.
Cuando mejor estaba jugando el Real Oviedo, un contragolpe del CD Mirandés pase atrás de Lago Junio que no perdona Abdon y fusila a Miño, poniendo el cero a dos en el marcador.
El Oviedo respondió rápido y Koné, el más acertado de la plantilla azul, demostró lo enchufado que está pese a no encontrarse al ritmo de competición y en una jugada a contrapié se metió en el área y batió por encima a Raul en su salida. Era la segunda que tenía el marfileño después de que entre el portero rojillo y la defensan sacaran fuera un tiro cruzado del delantero africano que dio en el palo.
Los azules se vinieron arriba pese a estar con uno menos, y entre Hervías, Aguirre y Koné dieron un recital en área rival, pero sin encontrar el gol del empate. Cuando mejor estaban jugando los carbayones y Egea dio entrada a Erice para contener en el centro del campo, una pérdida de Fernández en la frontal de su área forzó a Font a hacer una falta de roja para evitar el gol del Mirandés. El Oviedo se quedaba con dos jugadores menos y aún quedaban diez minutos de juego.
Kone, hasta en dos ocasiones más pudo convertir en gol un centro de Erice, pero su primer remate choca en un defensa y el segundo es detenido por Raul en última instancia.
Una salida rápida de balón, gestionada entre Erice y Kone, acabó con una internada por banda de Hervías que la defensa tuvo que despejar a corner en el área pequeña. Estaban rondando el gol el Real Oviedo y en el saque de esquina de esa misma jugada, Verdés remataba de cabeza batiendo a Raúl y ponía el empate a dos en el marcador a dos minutos del final, haciendo que el estadio estallara ante los últimos minutos de empuje de su equipo.
El Mirandés la tuvo hasta en dos ocasiones mas en los ultimos instantes del partido, pero Abdon no tuvo suerte a la hora de definir y se quedo sin cerrar su gran partido con tres goles en su cuenta pesonal. El Real Oviedo tuvo premio por su entrega y garra en los ultimos minutos, con nueve jugadores, y consiguió aguantar el empate hasta que se cumplieron los tres minutos de añadido.