Dely Valdés se deja querer

Dely Valdés fue un futbolista muy querido por la afición en su paso por el Real Oviedo entre los años 1997 y 2000, años antes de recalar en el Málaga CF que le dio la gloria como jugador. El panameño, en una entrevista a El Comercio, ha dado a entender que le encantaría convertirse en entrenador carbayón, puesto que se ha labrado un futuro como técnico desde que se retiró como futbolista, y que sigue al equipo asturiano en todos sus encuentros.

 
Durante la entrevista hace un repaso de su etapa en el Real Oviedo, recordando a los entrenadores que tuvo como Luis Aragonés u Óscar Washington Tabárez, quien le marcó especialmente por su gran capacidad de organización y gestión del vestuario. Ahora, Dely Valdés también ha triunfado como técnico, puesto que cogió las riendas del Málaga Juvenil de División de Honor en febrero, cuando el equipo estaba segundo en Liga por detrás del Sevilla FC, y logró hacerlo campeón y llevarlo hasta la final de la Copa de Campeones, cayendo ante el Real Madrid en los minutos finales de la prórroga.
Preguntado sobre si le gustaría entrenar al Oviedo, Dely es más que franco: "Me encantaría. Siempre digo que me gusta volver a los sitios en los que ya he estado como futbolista. Ya he estado en el Málaga como segundo entrenador, he tenido la experiencia de formarme en el fútbol profesional durante seis años y he comprobado por dentro cómo es la Segunda. La plantilla del Oviedo la conozco de la A a la Z y es un club en el que se podría hacer un gran trabajo". 
"La plantilla del Oviedo la conozco de la A a la Z y es un club en el que se podría hacer un gran trabajo"
En cuanto a su continuidad en el Málaga, el panameño concretó: "Cuando asumí el equipo se había quedado sin entrenador porque el que estaba había ascendido a la primera plantilla y con su sustituto el equipo había bajado muchísimo. Me llaman prácticamente para hacerles un favor, porque no encontraban en Málaga un entrenador que tuviese el nivel 3. Firmé hasta el final de temporada y todavía no se qué voy a hacer. Estoy esperando que me salga algún equipo de Segunda División o de fuera de España, en las próximas semanas veré qué pasa finalmente". 
Reconoció que el estilo de juego de todos los entrenadores viene marcado por "el del Barcelona de los últimos años, pero cometen un error porque ellos son los únicos que pueden desarrollar muy bien ese estilo. El resto puede intentar acercarse, pero es muy difícil de imitar". Por tanto, respecto a su propio estilo, resaltó: "Me gusta ganar el partido (ríe), eso es lo más importante. Un entrenador en la élite viene marcado por los resultados. A todos nos gusta jugar bien, pero en definitiva a ese nivel todo el mundo se acuerda de si ganas o no".
"Estoy esperando que me salga algún equipo de Segunda División o de fuera de España"
"En el fútbol de élite en líneas generales siempre hay presión y se le exige mucho a un equipo de Primera porque a toda la afición le gusta ver a su equipo arriba. Existe y existirá siempre la presión, hay que convivir con ella, que no es fácil", recordó.
Señaló además que ha vuelto varias veces a la capital asturiana desde que se fue y que, aunque la gente no conoce el motivo real por el que se marchó, "las veces que he estado, cuando voy por la calle, la gente se acuerda de mí. La afición no supo realmente por qué me fui en su momento y no fue una decisión que tomé a la ligera. El director general era Félix Ortega, negociamos desde Panamá la renovación y me falló. Me hizo viajar desde Panamá y me mintió porque cuando llegué aquí me habló de otras condiciones. Quería seguir en el Oviedo, pero bueno, me quedo con el cariño que me guarda la gente", concluyó.