El Oviedo echa pie a tierra

La Segunda División es una categoría de resistencia, de llegar vivo hasta el final, y eso bien lo ha repetido Anquela a lo largo de toda la temporada. Pero en esa carrera de fondo en la que el conjunto azul ha ido perdiendo cuerda a lo largo de toda la campaña, este domingo acabaron por descolgarse prácticamente de manera definitiva.

Empezó intenso el Real Oviedo pero la primera ocasión fue clara, y fue para los locales, siguiendo la tónica de lo que sería el encuentro. Un simple balón a la espalda de los centrales azules en los primeros minutos lo recogió Señé, que se plantó delante de Alfonso tras hacer el control, y el disparo del catalán lo rechazó el guardameta a córner.
Tras otro balón que castigó la espalda de la defensa azul, Rodri se plantó delante de Alfonso. La fortuna se alió con los carbayones, ya que tras superar al guardameta carbayón, el remate del delantero se estrelló en el poste.
El Real Oviedo se sacudió la presión por la zona en la que más cómodo se siente. Una buena combinación entre Saúl y Mossa acabó con un centro del primero al segundo palo; zona por costumbre de Diegui Johannesson, que llegó a conectar el disparo, pero el remates marcha desviado.
El Oviedo, pertrechado atrás, siguió sufriendo los envites de la Cultural, incluso con el balón parado. En una falta lateral, fue Albizua el protagonista, al enviar un remate al poste de la portería de Alfonso.
Eiriz Mata decidió poner el listón alto durante la primera mitad, sin señalar apenas faltas, pero lo bajó en el último minuto a instancias de su asistente. En un balón colgado en el minuto 47, el colegiado decretó pena máxima favorable al conjunto local, tras un empujón de Forlín a Señé. El propio jugador local transformó el gol.
El descanso llegó. Independientemente de las formas en las que se encajaron el gol, el Oviedo mostró un juego pobre en la primera mitad, sufriendo los ataque locales y sin apenas asomarse a zona de peligro. 
El primer tiro a puerta para los hombres de Anquela llegó en el minuto 50 de partido. Aarón aprovechó una pérdida de balón en banda derecha local para servir un balón al punto de penalti donde llegaba Rocha, que consiguió rematar a portería, pero muy centrado a las manos de Palatsi.
El Oviedo comenzó a crecer, acechado por el resultado. No le quedaba otra a los azules, y Anquela quemó las naves que tenía en el banquillo. Fabbrini y Toché fueron las sustituciones en busca de ganar más presencia en área local; algo que se consiguió, pero sin conseguir ocasiones claras.
Las únicas intentonas azules se centraron en el balón parado, sin intimidar seriamente la portería local. Pese a que Anquela metió al césped la pólvora que tenía en el banquillo, el conjunto azul apenas intimidó la portería de Palatsi, en el partido en el que se jugaba la vida. 
Algo que también se jugaba la Cultural, que demostró poner más énfasis en ello que los azules, llegando incluso a matar el partido a la contra. En el añadido, Rodri sentenció, al anotar un uno contra uno tras un despeje local.
Fue el fin del partido en el que ambos se jugaban la temporada, pero en el que la Cultural demostró más ganas de ganar que el Real Oviedo. Los azules no fueron capaces de jugar este encuentro decisivo y se quedan con la miel en los labios.