José Verdú Nicolás, Toché, ya es historia del Real Oviedo. El de Santomera dejó de pertenecer el pasado viernes a la disciplina carbayona. Atrás quedan cuatro temporadas repletas de buenos recuerdos, muchos goles y un compromiso brutal por la camiseta azul. Con su adiós se marcha parte del oviedismo y de su eterno compromiso.
Hace ya cuatro años, Toché aterrizaba en el Real Oviedo procedente del Dépor. Desde el primer momento, un sector de la afición no veía con buenos ojos su fichaje. Se trataba de un jugador con 32 años que parecía venir a menos. Pero como el buen vino, mejoró con los años.
Tan sólo una temporada le hizo falta al delantero para meterse a la hinchada en el bolsillo. 17 goles fue su cifra en su primera temporada como jugador carbayón en 37 partidos disputados. Al siguiente año, el nivel fue el mismo. Y también alcanzó la misma cifra de goles, además de uno más en Copa del Rey.
Su entrega era total. Peleaba como nadie y luchaba arriba por cada balón como un delantero de los de antes. En la 2017/18 su rendimiento goleador fue a menos debido, ente otras cosas, a alguna que otra lesión que lo fue lastrando. Sin embargo, ahí estaba Toché. Incansable.
Esta temporada, todo ha sido diferente. Las lesiones no le permitieron tener continuidad y apenas jugó tres partidos. Sergio Egea, tras su vuelta a Oviedo, no contó con él en la recta final del curso. La continuidad del argentino hacían presagiar que Toché no seguiría de azul, debido también a su edad y la necesidad de soltar jugadores para firmar nuevas caras. Y así fue.
Por todos estos motivos, Toché puso fin a su etapa en el Real Oviedo, pero se marcha con el orgullo de encandilar a una afición que siempre tendrá un gran recuerdo de él. Mucha suerte en el futuro.