Otro contratiempo para Rozada
Situación delicada en el Real Oviedo, una semana complicada para el equipo después de un inicio de temporada en LaLiga SmartBank que ha dejado muchas dudas en el club. Queda trabajo por hacer para recuperar completamente a la plantilla en el apartado futbolístico y también en el mental.
Rozada ha tenido que ponerse manos a la obra con la plantilla, el equipo arrastraba varios problemas sobre el campo que no podían seguir sin corregirse. El técnico debe ajustar el equipo a nivel táctico en poco tiempo, lo antes posible, aunque ese no es el único contratiempo al que se enfrenta el entrenador carbayón.
El preparador azul se ha encontrado a un grupo de jugadores afectados por la situación, un panorama que ha provocado el cese de Sergio Egea y que no ha mejorado tras la llegada del nuevo preparador azul. La afición empieza a impacientarse con el equipo, exigen que la cosas cambien cuanto antes. Todo esto supone una losa mental para los futbolistas, un factor mental que les condiciona y que Rozada debe solventar.
El poder de la mente
Lo mental juega su papel en el fútbol, con una importancia tremenda sobre el futbolista, afectando de lleno en las dinámicas de los equipos, llegando a tener repercusión sobre el propio cuerpo técnico. Lo psicológico está presente en cada uno de los integrantes de un grupo. En el fútbol no iba a ser menos.
Los jugadores sienten la presión del Tartiere, cada jugada será juzgada desde las gradas, el hecho de empezar mal el partido, o generar dudas en el juego, puede ser castigado con pitos por parte de los seguidores. En un ambiente enrarecido por los resultados, este hecho puede ser fatal para el jugador y afectarle en el campo.
Ante la necesidad de ganar como sea, un gol en contra puede ser un castigo mayúsculo para un equipo al que le pueden volver a asaltar las dudas. La mentalidad del grupo, puede perjudicar a un técnico que se vea incapaz de volver a meter a los jugadores en el partido, cuando estos pierden la confianza en sí mismos.
Javier Rozada tiene mucho trabajo con sus jugadores en la pizarra, detalles y mecanismos que trabajar en cada entrenamiento. Pero Rozada también tiene el reto de recuperar a un equipo a nivel mental, que la situación que se vive en el club y la presión en las gradas del Carlos Tartiere no les afecte o condicione a la hora de jugar. Hay mucho trabajo por delante.