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Berjón, sobre la polémica de las entradas: "Yo quiero que estén los míos"

Saúl Berjón ha recibido el premio al jugador cinco estrellas del mes de octubre.

Saúl Berjón aún no se ha entrenado con sus compañeros en lo que llevamos de semana. A falta de tres sesiones para el partido entre el Real Oviedo y el Sporting de Gijón, el extremo sigue entrenándose en el gimnasio. A pesar de ello no descarta su presencia en el derbi: "Estoy bien, progresando poco a poco, intentando llegar, los días lo dirán".

Es una semana en la que lo extradeportivo ha jugado un papel protagonista. "Estamos centrados en los deportivo, no nos podemos preocupar de las cosas que no podemos controlar". El jugador ovetense ha recibido el galardon que le acredita como el jugador cinco estrellas del mes de octubre.

La derrota ante el Huesca no tendría porque afectar para el partido contra el Sporting. "Pierdes ante un recién descendido, son cosas que pueden pasar. Ahora nos enfrentamos al rival más especial, en un buen momento. Nos puede dar mucho ánimo".

"Si lo veo muy mal no jugaré, pero volvería a arriesgar una y cien veces y si tengo la opción de jugar, lo haré"

En la temporada pasada Saúl Berjón forzó por jugar contra el Sporting y tras el partido estuvo varios meses de inactividad. Ha afirmado no tener problemas en arriesgar si es necesario. "Si me encuentro bien puedo jugar, la gente cree que el año pasado me lesioné en el partido, y fue en un entrenamiento posterior. Si lo veo muy mal no jugaré, pero volvería a arriesgar una y cien veces y si tengo la opción de jugar, lo haré".

La directiva del Sporting ha rechazado vender las 1.200 entradas enviadas por el Oviedo, por lo que no habrá desplazamiento masivo de la afición visitante. Saúl le ha quitado importancia. "Yo quiero que estén los míos. Como rival me gustaría que estuvieron los míos en El Molinón. Pero es algo que no nos incumbe".

En otras ocasiones era necesario explicar a los jugadores nuevos como es un partido de estas dimensiones. Este año eso no es necesario porque hay mucha gente de la casa. Lo que se necesita es calmar a los compañeros. "Hay que darles tranquilidad, van a vivirlo, para ellos es un sueño pero no te puedes meter presión de la cuenta. No reconocen que están nervisosos, pero eso se nota. Nosotros trasmitimos tranquilidad".

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