Arribas, el Piqué del Oviedo que no cambia de espinilleras
Alejandro Arribas (Madrid, 1989) fue una de las nuevas incorporaciones del Real Oviedo en este verano. Llegó con el cartel de hombre experimentado con dotes de liderazgo que vino para hacerse con las riendas de la zaga azul. La falta de ritmo competitivo, su llegada desde una categoría con menos nivel, y las lesiones, le han impedido cumplir las expectativas puestas en él.
Además de futbolista, Alejandro Arribas es el máximo accionista del Rayo Majadahonda. El club majariego tuvo que convertirse en Sociedad Anónima Deportiva para poder competir en categoría profesional en el año 2018. El zaguero entra en la lista de jugadores en activo que son propietarios de equipos de fútbol como Gerad Piqué. El vínculo de Arribas es sentimental, el club de su infancia, donde jugó y del que ya era socio.
El central no es un jugador supersticioso, eso sí, guarda una costumbre desde hace mucho tiempo y que no ha cambiado independientemente del equipo en el que militase. Alejandro Arribas juega con las mismas espinilleras desde que es profesional.
Futbolista desde la cuna
El central madrileño supo desde pequeño que quería dedicarse al mundo del fútbol y no dudó en sacrificar parte de su adolescencia por ello. Los primeros recuerdos que tiene con un balón son en su casa, jugando dentro de ella. En diversas entrevistas Arribas ha confesado que su madre siempre le regañaba por jugar en casa. Él lo tenía claro y lo primero que pensaba al llegar del colegio era en jugar al fútbol con sus amigos.
Su trayectoria futbolística no fue un camino de rosas hasta que debutó en el fútbol profesional. Con 14 años sufrió problemas de crecimiento en la rodilla que le dejaron varios meses sin poder jugar. Su padre contrató a un entrenador personal para que le ayudase, y gracias a él pudo volver a los terrenos de juego al poco tiempo.
Comenzó jugando en el Navalcarnero, y de allí marchó al filial del Rayo Vallecano. El central no pasó por buenos momentos en su llegada al equipo de Vallecas porque estuvo mucho tiempo sin jugar. Precisamente, esta circunstancia le obligó a marchar cedido. Su entrenador por aquel entonces era Sandoval, pasó de no contar con él, a apostar por el central y ser indiscutible en su esquema. Con este entrenador debutó en Segunda, y jugó en Primera. El madrileño ha confesado en varias ocasiones que en sus años en Vallecas han sido donde más ha disfrutado del fútbol.
Más equipos
Tras dos años en el Rayo, puso rumbo a Pamplona para jugar en Osasuna. Aunque personalmente fue una buena etapa en donde creció como futbolista y estuvo muy cómodo en la ciudad, en la ciudad navarra vivió su peor momento como futbolista profesional, el descenso a Segunda División.
Sus grandes actuaciones en el Rayo y en Osasuna le dieron una oportunidad para jugar en un grande de LaLiga, el Sevilla. Fue su temporada más exitosa porque el conjunto hispalense batió su récord de puntos, se clasificó para la Champions y ganó la Europa League. Su rendimiento fue irregular y eso le obligó a buscarse un nuevo destino, que encontró en el Deportivo de la Coruña.
Después de dos temporadas y media en Coruña, Alejandro Arribas cruzó el Océano Atlántico para jugar en México, en Pumas. El defensa ha confesado que su etapa en el país azteca fue muy gratificante y volvería a emprender esa aventura sin dudarlo. Una lesión en el codo le lastró y le dejó sin minutos. En verano de 2019 aceptó la oferta del Oviedo, a pesar de que había varios clubes de LaLiga SmartBank interesados en hacerse con sus servicios. Ahora intenta dejar al Real Oviedo entre los grandes, pero el camino es peligroso. Y complicado.