Habrá que mirar el vaso medio lleno
El Real Oviedo ha cosechado un pírrico empate ante el Fuenlabrada, que a buen seguro que Ziganda lo mira con el vaso medio lleno. Otro punto más, otro encuentro más sin perder y coge alguna distancia con el descenso. Un pobre partido sin goles y sin apenas ocasiones.
El encuentro comenzaba con poco ritmo, nada que ver con las jornadas anteriores del Real Oviedo que buscaba darle continuidad al derbi. Una exhuberación que no se vio en el principio. El conjunto de Ziganda comenzó el encuentro timorato y con pocas ideas, pero poco a poco se fue haciendo con el partido.
La primera oportunidad no llegó hasta casi la media hora de encuentro, antes poca historia se pudo contar de un encuentro parado y casi propio de pretemporada. Y llegó con una ocasión de Grippo desde la salida de un córner que se marchó alto.
La pausa de hidratación le vino perfecta a los carbayones que fue el click en la primera parte para ir creciendo en ritmo. Tras ese parón vinieron las oportunidades, la primera para Lolo González, con un gran centro de Mossa y un testarazo que se topó con Pol.
De ahí hasta el final de la primera parte pocas ocasiones para un Real Oviedo que no encontraba ideas para superar la defensa de cinco impuesta por Sandoval.
Los cambios mejoraron al equipo
Tras el paso por los vestuarios no mejoró mucho en ritmo el encuentro, pero sí al menos hubo cosas que contar con los cambios por parte del Real Oviedo. Que con el paso del tiempo fue saliendo del caparazón de defensa y llegando a las inmediaciones del área rival.
El efecto de los cambios fue efervescente, ya que duró poco la superioridad de los de Ziganda. En los últimos minutos se hizo dueño del encuentro, pero sin ocasiones claras. El único disparo entre los tres postes fue el de Lolo González en la primera parte.
Un punto que le sirve a los carbayones para seguir otra jornada más sumando y quedarse con tres puntos por encima del descenso.