¿Qué pasará con Ziganda?

No so pocas las voces, entre la afición del Real Oviedo, que piden el despido de José Ángel Ziganda. Tras salvar al equipo del descenso hace ya dos campañas, la pasada quedó en tierra de nadie. Ahora, tras cinco empates seguidos y una derrota, la hinchada se está impacientando. Algo que el propio técnico siente.

"Es fútbol, estamos en una plaza ambiciosa como Oviedo, la gente quiere que el equipo haga más cosas y gane. En todos lados hay presión alrededor del club y del entrenador. En ese sentido uno tiene que saber llevar estos momentos, ser fuerte, duro, creer en lo que hace y en la plantilla", decía, al término del partido ante el Burgos.

Del mismo modo, le hicieron una pregunta muy concreta cuya respuesta dejó una incógnita en el aire: ¿Siente el respaldo del vestuario, la afición y la directiva? Su respuesta fue clara, pero solo a medias. "Del vestuario creo que sí, que es lo que tengo más cercano, y del resto se lo tienes que preguntar a ellos", dijo, respecto a la directiva del club.

Ziganda sabe lo que hay: "Quien no piense así está engañado"

Lo cierto, de todos modos, es que Ziganda, de momento, no está en el alambre. A todas luces se sentará en el banquillo de El Toralín para el partido ante la Ponferradina, y a partir de ahí habría que ver. No obstante, su puesto no peligra... de momento.

Eso sí, el míster no se relaja a ese respecto. "No temo por mi puesto. Bueno, no es que no tema. Evidentemente soy consciente de que el entrenador tiene un puesto delicado, y el que no piense así es que se está engañando. A partir de ahí uno asume que se pueden dar este tipo de situaciones. A uno se le tiene que ver de qué piel está hecho. Mañana a entrenar y a preparar lo mejor que se pueda el partido del domingo".