1-2, Hugo Rama (min. 89)
Domingo en Santo Domingo para seguir luchando un sueño
El Real Oviedo rinde visita a tierras madrileñas para medirse a un Alcorcón ya descendido pero para nada conformista. Una cita en la que se espera una gran y bonita marea carbayona para animar a los suyos en este momento tan importante e ilusionante. Para la ocasión, Ziganda planteará un equipo similar al del derbi asturiano, aunque con un par de retoques.
Toca viajar de nuevo. En esta ocasión, a un lugar 'trampa'. El Oviedo visita al Alcorcón, que hace unos días consumó su descenso matemático a Primera División RFEF. Un hecho que no hay que tener en cuenta cuando el balón eche a rodar. Los azules tiene la ocasión de asentarse aún más en los puestos de play off a falta de seis jornadas para el final. Por ello, Ziganda tirará de los habituales en una cita importantísima como son todas las que quedan.
Femenías estará bajo los palos una jornada más, acompañado por una defensa de cuatro hombres en la que sí puede haber alguna novedad. Lucas Ahijado y Cornud podrían repetir en los laterales, Dani Calvo en el centro y a su lado David Costas, que volvería al once en detrimento de Rodri Tarín.
En la medular podrían estar, una jornada más, Luismi y Brugman, junto a Viti y Borja Sánchez por los costados. Arriba, en busca de los goles, Obeng tiene opciones de suplir a Javi Mier y de acompañar al killer Borja Bastón.
De esta forma, el posible once del Real Oviedo para medirse al Alcorcón en Santo Domingo estaría formado por: Femenías; Lucas Ahijado, David Costas, Dani Calvo, Cornud; Viti, Luismi, Brugman, Borja Sánchez; Obeng y Borja Bastón.
El Alcorcón, a salvar la honra ante el Oviedo
Enfrente estará el Alcorcón, que juega en Santo Domingo por primera vez desde que la pasada semana se consumara su descenso tras perder frente al Cartagena.
El equipo alfarero está viviendo una temporada para olvidar, en la que desde el primer momento dio síntomas de no estar al nivel de la categoría, con una plantilla mal planificada y las ideas poco claras tras destituir a su primer técnico, Juan Antonio Anquela, cuando solo se llevaban seis jornadas. Después vendría Jorge Romero y tras él Fran Fernández, que se encontró un equipo hundido, tanto anímica como físicamente, y un cambio por completo de plantilla en el mercado de invierno, algo que lastró una tímida reacción que no se ha producido hasta este final de curso.